Aprobación del Pabellón y Escudo Nacional en el Tercer Congreso reunido en el templo de la Encarnación el 25 de noviembre de 1842, bajo la presidencia de don Carlos Antonio López.
Óleo sobre lienzo de Guillermo Ketterer pintado en 1957.

miércoles, 11 de enero de 2012

SUSY DELGADO, consumada poeta que navega en dos lenguas


Decir de Susy Delgado, San Lorengo 20/12/1949, que es una consumada poeta bilingüe porque usa por igual el castellano y el guaraní, es decir poco. Califico con ese rótulo a varios de nuestros poetas jóvenes que integran esta galería de poetas contemporáneos y lo digo cuando producen poemas de igual nivel estético en ambas lenguas. Susy Delgado, además de eso, es capaz de recrear un poema en la otra lengua; es decir, tiene la capacidad de dar a un poema el mismo vuelo poético que tiene en el original al traducirlo a la segunda lengua, y esto sin considerar en cuál de las dos lenguas oficiales del Paraguay ha sido escrito originalmente el poema.  En suma, es una traductora insigne de la poesía, una virtud que no abunda en razón de que es absolutamente incomparable la traducción de un texto común con la traducción de la poesía.  En la primera se traducen ideas y hasta palabras; en la segunda se traducen imágenes, metáforas, comparaciones y muchísimas otras figuras literarias.

Susy tiene también el mérito de vivir de su trabajo literario, el cual abarca el periodismo cultural, la traducción y otros aspectos que en su conjunto le permiten ganarse la vida con el ejercicio de las letras.  En este punto se diferencia de la inmensa mayoría de los intelectuales que nos ganamos la vida con una actividad determinada, ejerciendo el arte literario en forma marginal.

Cuando fue cancelada la página literaria en el último periódico paraguayo que todavía la publicaba, Susy fue despedida y dejada sin trabajo; entonces gestionó el auspicio de algunas empresas y publicó su propia revista literaria bilingüe: Takuapu. Con dicho gesto ratificó su vocación y fidelidad a la literatura. Siempre será un mérito, aquí y en cualquier país, que el intelectual viva de su actividad propia.

Un tercer mérito que encuentro en Susy es que ella ha sido una de las primeras poetas paraguayas que decidió publicar todos sus poemarios en versión bilingüe. Cuando publicó sus primeros libros de esa forma, por ejemplo Tataypýpe – Junto al fuego; Tesarái mboyve – Antes del olvido, etc., me pareció una práctica inapropiada y asumí una actitud muy crítica con respecto de la misma.  Eran los tiempos en que yo escribía mis cuentos en guaraní y prohibía expresamente en el prólogo del libro la traducción a cualquier otra lengua, argumentando que escribía sólo para el pueblo paraguayo y para ningún otro pueblo del mundo. Era mi propósito establecer con mi pueblo la más profunda comunicación; hacer que se vea reflejado en mis obras, y que tenga el orgullo de tener una literatura absolutamente propia.  En suma, quería que se me lea sólo en guaraní.  De esta postura radical descabalgué después de participar del Taller Continental de Escritores en Lenguas Indígenas de América, en México D.F. en el año 1997. En la ocasión defendí ante el foro mi posición y fui severamente cuestionado por los colegas mexicanos. En aquellos años ellos operaban de igual modo que Susy en el Paraguay, publicando poemarios bilingües: Zapoteco – Español, Naguatl – Español, etc.  Cuando vieron mi empecinamiento, uno de los colegas me preguntó: “¿Usted no ha leído a los clásicos franceses, ingleses, rusos, etc.?” Contesté que sí y agregué que leí a los clásicos rusos desde Tolstoi hasta Solzhenitsyn. El colega aseveró: “Ah… entonces usted lee el ruso”. Sorprendido le contesté que no y agregué que esas obras las he leído en castellano.  Sobre la marcha el colega me espetó: “Entonces usted leyó traducciones; tuvo acceso, aprovechó y disfrutó de esa literatura a través de su lengua y no de la original”, y agregó: “eso es y será siempre así porque las obras literarias no reconocen fronteras idiomáticas, así como las obras de arte en general no reconocen tiempos ni fronteras geográficas, políticas ni culturales; simplemente son patrimonio de toda la humanidad”.

Sintiéndome arrinconado por el peso de estos argumentos salí argumentando con la consabida teoría de que a pesar de ser así, mi lengua era intraducible; que existían expresiones imposibles de ser traducidas y que las traducciones traicionan al texto, según el viejo aforismo “tradutore traditore”. Sobre el punto salió otro colega a argumentar que: “si bien en algunos aspectos la obra poética pierde nivel al traducirse, el buen traductor puede recuperar esa pérdida en los versos siguientes, dando un mayor vuelo poético a la expresión originaria mediante los recursos de la lengua receptora”. Eso, me dijo, “depende de la capacidad del traductor” y agregó: “por eso es recomendable que lo traduzca el propio autor”.  Los colegas mexicanos publican obras siempre bilingües porque han tomado conciencia de que nuestros pueblos originarios son analfabetos en sus lenguas propias, como lo son también, en esas lenguas, los mestizos y criollos, de modo que la manifestación poética dada en estas lenguas solo pueden darse a conocer al mundo a través de las grandes lenguas de uso internacional.

De regreso de México con esta experiencia comencé a valorar de veras la postura asumida tempranamente y la obra realizada por Susy Delgado, la cual desde entonces y hasta hoy es la única poeta paraguaya que opera de ese modo, siendo por ello mismo la poeta guaraní más traducida al inglés, al francés y a otras lenguas de uso internacional.

Como poeta Susy Delgado es absolutamente adulta; su obra es homogénea, elevada, exquisita y delicada desde sus inicios hasta hoy; no presenta altibajos; asume el lenguaje poético sin apartarse de modo completo del lenguaje lógico. Ella tiene sus medidas y no le permite al lector situarse en uno ni otro plano en forma exclusiva sino en ambos a la vez. Sus poemas apelan a la sensibilidad humana y al deleite intelectual.  Escribió desde muy joven y son sus obras en forma cronológica: Tesarái mboyve ­– Antes del olvido (1987), El patio de los duendes (1991), Sobre el beso del viento (1996), La rebelión del papel (1998), Tataypýpe – Junto al fuego (1998), Ayvu membyre –Hijo de aquel verbo (2001), Antología primeriza (2001), La sangre florecida (2002), Las últimas hogueras (2003), Ñe’ saraki – Palabra traviesa (2003), Ñe’ jovái – Palabra en dúo (2005), Jevy ko’ – Día del regreso (2007), Ogue jave takuapu – Cuando se apaga el Takuá (2010), Literatura oral y popular del Paraguay (investigación literaria en colaboración con Feliciano Acosta) y últimamente: Ñe’ rendy. Poesía guaraní contemporánea. Una antología poética que le sirve de precursor a este libro.

Susy Delgado es una esforzada y meritoria hija de Atenea. Una ESCRITORA con mayúsculas.


Enero de 2012

Extraído de mi libro "La Poesía Guaraní del Siglo XX"

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