martes, 19 de mayo de 2015
La función del idioma guaraní en la guerra del Paraguay contra la triple alianza *
Señoras
y señores:
El
tema que nos convoca ante esta prestigiosa feria del libro tiene relación con
el idioma guaraní y su función en la guerra y durante la guerra del Paraguay
contra la triple alianza de sus vecinos, desarrollada entre 1864 y 1870.
Para
empezar corresponde precisar que el idioma guaraní es hoy día la lengua más extendida y más
usada en el Paraguay por el pueblo llano, y con mayor razón lo fue en aquella
época hoy distante 150 años de nosotros. No obstante, y a pesar de esa
situación socio-lingüística, es una lengua que fue ignorada por la
Administración de la Provincia del Paraguay durante la colonia, y luego de la
independencia por el Estado paraguayo. Dicha situación se mantiene desde la
fundación del Paraguay hasta hoy. El Estado nunca usó el idioma guaraní para
asuntos oficiales y en ciertas épocas incluso prohibió su uso en las escuelas.
El pueblo paraguayo viene usando y defendiendo su lengua propia a lo largo de
casi 5 siglos contra la abierta y aviesa voluntad de sus gobernantes.
Cuando
el Paraguay se vio obligado a sostener una guerra contra sus tres vecinos, se
hallaba en función de gobierno un joven militar que virtualmente heredó el
cargo de su padre, y se sabe que éste, es decir don Carlos Antonio López, fue
uno de los gobernantes más perversos en la persecución del idioma guaraní, porque tenía el propósito declarado de
sustituirlo por el castellano. Don Carlos fue profesor de latín y de lengua
castellana en las escuelas y liceos de Asunción, y por consiguiente era
culturalmente un colono o por graficar mejor, seguía siendo un vasallo del Rey
de España a juzgar por el empeño que puso para que el Paraguay siguiera
funcionando en lo educativo y cultural como una provincia más de España. Fue el
gobernante que tradujo al castellano el primer himno nacional paraguayo, que
fuera escrito y cantado inicialmente en guaraní; también es el que ordenó el
cambio de todos los apellidos guaraníes al castellano y lo hizo en forma
grosera, traduciendo el significado inicial de los apellidos o por mera aproximación fonética. Por ejemplo
mi apellido materno que habría sido “Ndavaru” lo convirtió en “Dávalos”.
Su
hijo Francisco Solano no podía hacer otra cosa que seguir la misma política
lingüística de su padre, apegado al castellanismo y es más, la habría
profundizado si no fuera por la guerra. Este infeliz episodio político social
tuvo la virtualidad de convocar al escenario público al pueblo llano, que no era
un mero portador de la lengua guaraní sino monolingüe guaraní; esta lengua era
su único medio de comunicación. Ya allá, en el teatro de operaciones, la
administración del Estado en situación de guerra, se vio en la necesidad de
usar el idioma guaraní para comunicarse con la soldadesca, también por escrito,
porque oralmente como digo era el único medio. Todas las arengas militares se
hacían en esta lengua así como las instrucciones y las misiones encomendadas a
los regimientos y batallones.
Asumida
que fue la necesidad de tener un periódico de trinchera, López encomendó la
tarea a un pequeño grupo de letrados de su entorno, pero éstos le advirtieron de la posible escasa eficacia
que tendría, si no se usaba en por lo menos una mínima parte el guaraní.
Acosado por la necesidad, López accedió, y el
25 de abril de 1867 apareció el primer número de EL CENTINELA, en
formato de tamaño oficio y con 4 páginas, impresa en los talleres de la
imprenta nacional, sin mencionar a su director ni a su equipo editorial. El
único responsable del periódico era un supuesto soldado de nombre “Mateo”, que
se autodenominaba “El centinela Mateo”, pero en ocasiones contaba que su
apellido era “Matamoros” y al final reveló que llevaba un pomposo doble
apellido, bien español, era: Mateo Matamoros y Negros. Este semanario, que fue
el primero, (posteriormente seguido por el “Cabichuí” y el “Cacique Lambaré”),
publicó en su primer número un suelto bajo el título “Idiomas”, que dice: “Todos
los pueblos de la tierra tienen su idioma peculiar. La palabra es uno de los
distintivos del ser nacional. Cuando el hombre habla en su idioma, siente una
especie de grata confianza y familiaridad que se advierte después que ha dejado
el suelo de la Patria. Hablando el idioma nativo nos parece estar bajo el techo
de nuestros Padres, recibiendo sus primeros cariños. Por eso “El Centinela” de
vez en cuando hablará en su querido guaraní; por que así se expresará con mas
gusto en su propia lengua” [sic]. (El Centinela Nº 1.)
Y
ya no mas, en la columna de al lado, El Centinela Mateo hace uso del guaraní
escribiendo una carta a su esposa diciéndole: “Miguela che Señora: Tuvicha ko che kyra: ndachekuaaichémo, che
recháramo ko’äga: máichapa anichéne, ko avy’aeteíva campamento pe. Hechapyräve
che rehe, tesapyso arekovae; ni taguato ndi fijo véiri chehegui, upe kamba
jukápe. Catorce ma ahai che kyse váina rehe, centinela hape amongúi va’ekue.
//. Rehechátamo ñande gente, máichapa oha’arö kambápe. Ombyasy vae, ikatuiha
oñorairöve mante; iñakuäko aipo kamba karaja, ni ñandú nombojojáiri. //. Rejapo
poräha mante ja’e, nde jeguaka mimi ereikuave’ë pávo Ñande Rivucha guasúpe —
Mba’eve ete jepe ndo atáiri oréve, pero chembojahe’o torýgui ahecha ramo pe
hayhuha ñane retä, ha’e ore moirüha guarini hápe. //. Upeva rehe, orohayhuve,
Miguela che Señora, ha’e arahauka ndéve ko mburaheimi, che py’a remimbota. Tupä
tane ra’arö, nde recha jevy haguã nde ména”. A continuación le transcribe
la copla que le envía, pero escrita en castellano. Aclaro que esta no es la
grafía del original, la cual, y para conocimiento de los lectores, agrego en copia fotográfica.
Esta
carta es emblemática, porque viene a ser el primer documento escrito en guaraní
en el ámbito oficial en la era López; y no por casualidad es usado el idioma
para una comunicación entre esposos, porque es el idioma del hogar. Es una
disfrazada carta de amor porque en verdad es un pretexto para hacer propaganda
de guerra al interior de la familia. Luego vienen dos cartas más en guaraní: la
contestación de Miguela y la carta de Rosa, una amiga de Mateo, ambas ficticias
naturalmente.
Este
primer número de El Centinela define el formato, los capítulos, las secciones y
columnas, así como los temas que abordará en todos los números posteriores. Fue
incluido un espacio titulado: Avisos
generales. Allí realizaban supuestos anuncios en tono satírico tales como: Se hallan en venta: 1) Las jeremiadas de
Kurupa’yty, drama escrito en verso heroico por Bartolomé Mitre. 2) El
sableador, novela escrita en guaraní por un soldado paraguayo. Yo, que soy el
autor de la primera novela en guaraní, aquí preanunciada, les informo que mi novela no se titula El
sableador, sino Kalaíto Pombéro y disculpen la
promoción.
En
el Nº 4, en pág. 3, El Centinela habla
de Literatura Guaraní. Allí califica
al idioma guaraní como una de las lenguas más importantes de América del Sud, y
luego de ensalzarlo y de reclamar que los filólogos lo investiguen, afirma: “La República del Paraguay es uno de los
puntos donde más generalmente se ha conservado la pureza del idioma.//. Los
pueblos de la región del Plata, que lo hablan, no conservan los jiros
primitivos de su origen (…). El Centinela, hijo de esa raza de valientes, tiene
el especial gusto de hablar a sus compañeros de armas en el idioma de sus
mayores; por que él sabe inspirar ese ardor bélico, que dio tanta celebridad a
la raza guaraní, celebridad que el paraguayo no ha desmentido hasta hoy.//. Sí,
hablaremos nuestro idioma, no nos correremos como el grajo de nuestra propia
lengua, ni tomaremos las plumas de otras aves para adornarnos, desdeñando las
nuestras. Cantaremos en guaraní nuestros triunfos y nuestras glorias, como
cantaron en otro tiempo su indómita bravura, los descendientes de Lambaré y
Janduasuvi ruvicha. //. En El Centinela encontrará el sabio la índole de la
literatura guaraní, y la fuente del ardoroso amor a la Patria, comunicado por
medio de esa corriente eléctrica del idioma nacional, que ha contribuido
poderosamente a la celebridad del soldado Paraguayo” [sic]. E.C. Nº 4. Como
ven, es asombroso comprobar que los gobernantes paraguayos saben perfectamente a
qué elementos echar mano en casos de apuros; pero nosotros también sabemos que una
vez superada la emergencia volverán a destinar al archivo a la lengua guaraní.
Eso ocurrió todas las veces.
En
su Nº 5, que apareció el 23 de mayo de 1867, El Centinela saluda la aparición
de su colega, el “Cabichui”. En el Nº 7 aparece la primera COPLA en guaraní.
Este género pasó a ser el más abundante
en estos periódicos de trinchera. Esta copla dice: “Iguapoite los brasilero/Ha’e iguápo aipo Caxia/ Porque yvykuápe ho’u/
El kiveve del había.//. Onkargáje las porteña/ Paraguaya mimi ikyráva/ Péro
máicha ogueraháta/ Ko Mitre odisparáva.//. Tio Mitre ha’e ava Flores/ Peru
moköi rembiguái/ Oñevendéko umi tio/ Oipotágui el Paraguay//Péina la
Emperatriz/ Ombou general Caxia/ Upéva ramo ipituva/ Upe kamba tuja apía” (y
sigue la copla).
En
el Nº 9, en pág. 2, El Centinela publica un suelto bajo el título de Combate Anfibio. Es una sátira mordaz
referente al bombardeo equivocado realizado por un acorazado brasileño contra
un monte cercano a Jata’ity kora. Aparentemente por un error de información fue
bombardeada la selva sin que allí estuvieran las tropas paraguayas. Nuestro semanario se mofa del error y da
cuenta que ante el ataque aleve se organizaron los animales de la selva para
hacer frente al agresor. Formaron varios batallones. Las
fuerzas anfibias, integradas por 17 especies de animales que el periodista
denomina batallones, fueron comandadas por el Almirante Jaguarete, incluyendo a todos los animales de tierra y
agua. Las caballerías, compuestas de
5 regimientos, estaban comandadas por el Marqués
Aguara Guasu. La artillería
volante era conducida por el Barón Yryvu
ruvicha y estaba integrada por 5 especies de aves. La división de cazadores rifleros era comandada por el
Generalísimo Kavichu’i y estaba
integrada por 17 especies de avispas e insectos. La importancia de esta sátira
radica en los nombres guaraníes de un total de 44 especies de animales de la
selva paraguaya; fichaje importante para
lingüistas, hablantes del idioma guaraní y zoólogos.
Y
hablando de zoología, es importante recordar que esta es una de las ciencias
que dio origen al alfabeto guaraní y que el alfabeto guaraní actual, oficioso
porque todavía no es oficial, nació aquí en Buenos Aires en el año 1910. Aquí
se realizó entonces un Congreso de científicos naturalistas, incluyendo a
zoólogos, médicos y botánicos. Ellos tuvieron la necesidad de escribir, todos
de una misma manera, los nombres de animales y plantas americanas con denominación
en guaraní. En dicho Congreso, el sabio suizo-paraguayo Dr. Moisés Santiago
Bertoni presentó a sus colegas la descripción fonética de la lengua guaraní,
identificando sus fonemas principales.
Sobre ese mismo documento trabajaron los lingüistas reunidos en
Montevideo, Uruguay, en el año 1950, donde establecieron un alfabeto fonológico
para la lengua guaraní. Bertoni había propuesto un alfabeto de esa naturaleza pero solo
para uso de los científicos. Sin embargo, los guaraniólogos congregados en
Montevideo decidieron que fuera el alfabeto común de la lengua, es decir, para
todos los usos. Y lo decidieron así porque el idioma guaraní no tenía un
alfabeto tradicional. También veremos la
preocupación del Mariscal López por el alfabeto del idioma guaraní y la
resolución adoptada en la reunión de los periodistas corresponsales de guerra
en Paso Puku.
Prosiguiendo
con El Centinela informamos que en su
Nº 9, pág. 4, trae un material denominado: Parte
del Vigía del Ejército Aliado, que
dice haber tomado de “La Nación Argentina”. Este material es sumamente llamativo por
presentar el mismo texto en diez lenguas, que son: castellano, portugués,
guaraní, inglés, francés, alemán, latín, italiano, quichua y aimara. Es asombroso que un puñado de paraguayos haya producido
semejante documento multilingüe en plena guerra; pues, como se sabe los
redactores de El Centinela no pasaban de 4 personas: Natalicio Talavera,
Saturio Ríos, Juan Crisóstomo Centurión y el padre Fidel Maíz; y les puedo asegurar que, si hoy reuniéramos
a mil paraguayos ilustrados, no podríamos producir este material. Tendríamos a
los traductores de lenguas europeas, pero nadie podrá traducir al quichua y al aimara, por no existir hablantes ni estudiosos de esas lenguas en
el Paraguay de hoy.
El
Nº 10 trae una nueva copla en guaraní bajo el título de Poesía Nacional, que comienza así: “Mitre ja odisparáma / Flores oho tenonde / Caxias mante opyta /
imbegue ko karumbe // Tapehóke kamba’i / mba’épa peha’arö / hetaitéma pende
jopi / kavichu’i káva ñarö // Kavichu’i ha’e León / hetaitéma oporosu’u /
haimetéma ojukapa / kamba katï poriahu” (y sigue).
En
el Nº 11 aparece la primera cuarteta alternada en octosílabo, especie que luego
sería el más extendido en la poesía popular guaraní. El poema se titula Mburahéi y está dedicado,
evidentemente, al semanario Cabichui. La
dedicatoria dice: Che irü rohayhuetéva,
amondo ndéve ko che mburaheimi: Opavaite nderechase / ko árupi gua káva kuéra /
ohecha pe nde guapoite / rejopívo kamba kuéra // Aikuaa páko che ave / umi
kamba vyroeta / kyhyjégui ndehegui / opareiha oñemongy’a // Ohua’ï niko umi
kamba / ñande retä oipyhývo / hevi kuéra mante ipuku / nde popía gui oñeguahëvo”
(y sigue).
En
los números 12 y 13 prosiguen las coplas en guaraní. El número 15 anuncia la aparición del
semanario Cacique Lambaré que fue el 24 de julio de 1867. Este semanario es el primer periódico
paraguayo escrito totalmente en guaraní y solo en guaraní. Otro aspecto importante que destacar son los
gráficos o dibujos grabados que incluyen El Centinela en varios números. Los mismos son atribuidos al arquitecto
italiano Alejandro Ravissa, entonces contratado por el gobierno nacional. También vale la pena destacar que El Centinela
incluía habitualmente textos en portugués, con redacción deficiente en esa
lengua pero servía para comunicar algunas amenazas a la soldadesca brasileña en
su propia lengua. El Nº 26, aparecido el
17 de octubre de 1867, informa de la muerte de uno de sus redactores, el poeta
Natalicio de María Talavera, y le dedica una dolorosa despedida. Talavera es considerado el primer poeta
paraguayo en la cronología; fue poeta bilingüe y falleció a los 28 años de
edad, en pleno ejercicio de la literatura en guaraní y en castellano, en las
trincheras y en defensa de la causa nacional. Aparentemente el Nº 36 de El Centinela fue el
último de la serie, y apareció el 25 de diciembre de 1867. Incluye una octavilla octosílaba denominada Canción
del Centinela Mateo estando en su Mangrullo, y es una canción religiosa
dedicada al niño Dios. Es el primero de
la serie de coplas que alterna los versos, uno en guaraní, otro en castellano,
el siguiente nuevamente en guaraní y sigue alternando. Veamos la primera
estrofa: “Quiero recitar un versito / el
niño dios pyharépe / agradeciendo el favor / opa che rendu harépe / Hablando de
este prodigio / añemomirï katuvépe / nació el verbo encarnado / ovecha mimi
apytépe”. Esta forma de poesía popular bilingüe fue muy cultivada posteriormente,
siendo una de las expresiones más directas
del bilingüismo paraguayo.
Los
idiomas de los periódicos de la guerra
En
cuanto a los idiomas de los periódicos de la guerra, debemos señalar que El
Centinela usó preferentemente el castellano pero albergó al idioma
guaraní para casos concretos, como pudo verse en esta exposición. Por su parte el Cabichui usó
alternadamente ambos idiomas, es decir hubo en sus páginas mayor equilibrio del
bilingüismo e incluyó como tercer medio de comunicación la expresión gráfica,
los grabados en madera, la xilografía y los dibujos satíricos. El tercer
periódico Cacique Lambaré fue totalmente en guaraní y viene a ser el
primer periódico paraguayo escrito totalmente en guaraní. Por último, La Estrella,fue vocero
oficial del gobierno y no oficioso como los periódicos de trinchera, se
presentó hablando exclusivamente en castellano, igual que El Semanario, segundo
periódico fundado por Carlos A. López después de El Paraguayo Independiente,
editado en la pre guerra y cuya aparición llegó hasta 1867.
El
Cabichui
No sabemos a ciencia cierta cuáles
fueron los motivos que dieron origen a pluralidad de periódicos de trinchera.
Lo cierto es que se hicieron una sana
competencia entre ellos y tuvieron enfoques y posiciones diferentes. El
Centinela era el más radicalmente oficialista, casi abyecto al servicio del
Mariscal López. El “Cabichui” era más
independiente. Tampoco repetían los temas publicados por los otros. Por
ejemplo, los poemas satíricos de Natalicio Talavera fueron publicados por
Cabichui y no por El Centinela. Allí tenemos a KA’I, JAGUA HA MBOPI cuyo testo
dice: Mbohapy aña rymba/Ko yvy ári ndaje oï/Ojoguáva ha’anga/Ka’i, jagua ha
mbopi //Pedro Segundo el ka’i/Bartólo Mitre el jagua/Venancio Flores mbopi/La
Triple Alianza gua//Mbohapyve oñomoirü/Ä tymba vai vai/Ha ojapóma el contrrato/Oipyhývo
el Paraguái//Ogueru i kamba kuéra/Ombo hasa Parana/Ohupytývo Bellaco/Opaitéma
oñemona// Ogueru los ygarata/Aipo mentado coraza/Ha oguähëvo Kurupa’ytýpe/Oje’ói
yguýpe en masa//Pero ñane Presidente/Ohechauka umi tenda/Ha he’íma ichupe kuéra/“Ndapehasáiri
kamba!”//Ha notïri ko aña kuéra/Ipituva ko nación/Ha he’i ra’e ohua’ïvo/Jaipyhýta
la Asunción// Ni añáme remandarö/Karaja tuja piru/Asunción ndapehecháiri/Kamba
ky’a tajasu.
Cuando
los brasileños experimentaron e intentaron realizar reconocimiento de terreno
con un globo aerostático y fracasó, Talavera lo satirizó en un poemita titulado: PANDORGA
VEVE, que dice: Oikóma ko
umi kamba/Aipo glóvo omboveve/ha he’íma lo mitä/pandórga niko ra’e//Paraguáipe
ndoje’ui/con pandorga mboveve/¡Ma’ë mba’épa opensa/El aña kamba ypykue!// Opáva
ja ohechapama/umi kamba rembiapo/ ha ojejojaive haguã/Pandórga revema oiko//Ávante
ko los guerreros/kachiáï jeroviaha/Oguerekóva el Brasil/Pandórga mboveveha//Tou
katu los vyronáuta/Upevante jaipota/¡Chahäicha vóla itápe/yvýpe jaity haguã!
Conclusión
Para cerrar esta exposición debemos
señalar que el idioma guaraní tuvo varias funciones durante la Guerra del
Paraguay contra la Triple Alianza. La primera y principal fue la de
oficiar como medio virtualmente único de comunicación oral entre los combatientes
paraguayos. Reiteramos que el pueblo
paraguayo fue mayoritariamente monolingüe guaraní en la época. Solamente el estado no usaba el guaraní, pero
dentro del estado, el ejército en campaña funcionaba exclusivamente en guaraní,
tanto entre oficiales como entre éstos y la soldadesca. La
segunda función fue la de oficiar de elemento de cohesión y unidad nacional,
muy necesarias en el momento. El idioma
guaraní fue el alma de la identidad cultural del pueblo paraguayo. Tuvo
también una función conativa en razón de que las arengas militares, las
exhortaciones políticas, las protestas de patriotismo y los juramentos de
vencer o morir, causaban efectos conmovedores cuando se hacían en guaraní. La
siguiente función fue la periodística que, como lo tenemos expresado, elevó
la moral de las tropas que por primera vez vieron su lengua propia en los papeles. Finalmente no debe descartarse que haya servido
como lengua clave o secreta frente
al enemigo, aunque por aquel tiempo si bien ya no hablaban, todavía entendían
el guaraní argentinos y uruguayos. En
suma, éstas habrían sido las funciones desempeñadas por el idioma guaraní en la
guerra y durante la guerra del Paraguay contra la Triple Alianza, todas ellas
de singular importancia en la defensa de la causa nacional.
Muchas
gracias.
* Conferencia dictada por Tadeo Zarratea en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, el día 9 de mayo de 2015.
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