sábado, 12 de marzo de 2016
El alfabeto oficial del guaraní paraguayo
Capítulo V
Propuesta y Dictamen Nº 3 del
Departamento de Gramática y Ortografía de la Academia de la Lengua Guaraní sobre
el signo de la suspensión glotal /’/ (apóstrofo/pusó) como letra del alfabeto
Señor
Dr. Domingo
Aguilera Giménez
Presidente de la
Academia de la Lengua Guaraní
Ciudad
Nos dirigimos a
usted y por su intermedio a los colegas académicos, miembros de la Academia de
la Lengua Guaraní, en nombre y representación de la Dirección de Gramática y
Ortografía de esta Academia, a fin de informar al pleno que hemos logrado
consenso para incluir el apóstrofo como letra consonante en el alfabeto
oficial. Esta es la primera letra del conjunto de letras cuestionadas en la
cual se logra el consenso; por ello nos permitimos elevar a consideración del
pleno la propuesta de incluirla en el alfabeto oficial de la lengua guaraní,
con rango de grafema consonante, para representar en el ámbito visual a la
suspensión glotal que se registra en nuestra lengua propia.
Fundamos
esta propuesta en las siguientes consideraciones:
La suspensión
glotal se tiene registrada en el idioma guaraní, como fenómeno fonético desde tiempos
inmemoriales, pero reducida exclusivamente a la oralidad, porque su registro
gráfico es reciente. No fue marcada en la escritura del guaraní durante todo el
período colonial y buena parte del período independiente.
El primer
guaraniólogo, el Padre Antonio Ruiz de Montoya, no le asignó representación
gráfica en sus obras y sobre el punto señalan Antonio Caballos y Bartomeu Melià
en la “Transcripción y transliteración del VOCABULARIO DE LA LENGUA GUARANI”,
de Montoya (en el año 2002) lo que sigue:
“Dos
problemas de la escritura de Montoya continúan siendo objeto de nuestra
especial atención en esta: la indicación de la oclusiva glotal y la marca de
nasalización. La oclusiva glotal no está
representada en la escritura de Montoya. A veces, sin embargo, la indica
expresamente mediante el hífen: cf. Arte (1640:100)” [sic].
Y esto es
literalmente cierto, pues efectivamente como señalan estos analistas, en la pág. 100 del
“Arte” de Montoya se lee:
“Notefe, (lea
la /f/ como /s/) que ay dicciones de dos filabas,
largas ambas, que fimplemente fe han de pronunciar fin detenció, otras que en
ambas fe ha de paufar, y en fazer efta paufa, ò
no, confifte hazer diuerfo fentido, v.g. Añembo-e, aprender. Añemboé,
fin detenerfe fignifica pulirfe, engalanarfe. Perú o-u, Pedro lo comió. Peru
oú, Pedro vino.” (hasta aquí la cita).
Ergo, Montoya
detectó que la suspensión glotal realiza diferenciación semántica en la
palabra, pero no le asignó un signo permanente, habiendo usado el guión corto
para indicar el punto de su ubicación.
Este signo
tampoco fue contemplado en el alfabeto de Páso
Puku, del Mariscal López. En los semanarios de trinchera puede observarse
que, para destacar la vocal siguiente, en vez de usar el apóstrofo tildaron gráficamente la vocal tónica o acentuada en
caso de ser oral. Ej. kaá, yerba; y si la vocal era nasal usaron el diacrítico
circunflejo sobre la vocal nasal tónica. Ej. heẽ, es dulce.
La necesidad de
marcar en la escritura este hecho fonético fue puesta de manifiesto por el
sabio suizo-paraguayo Dr. Moisés Santiago Bertoni, que describió su entidad
fonemática y la describió diciendo:
“Hiatus, o hiato
glotológico. Suspensión de emisión entre dos
vocales sucesivas, en la palabra. Esta suspensión suele ser breve, pero
completa. Se indica por medio del apóstrofo, sin espaciar. Ejemplos: aih’ú
= amor, ka’a = yerba mate, ihu’éi = sed, pa’á = trancado.
En origen, o etimológicamente, las partes separadas por un hiato, eran y son
vocablos con acepción propia. Pero constituyóse “una” palabra, y el hiato vino
a ser interno. Sin embargo, “una advertencia es necesaria”: si los vocablos son
netamente distintos y conservan una función propia, no se debe usar apóstrofo,
sino separar los vocablos. Es incorrecto escribir el pronombre verbal unido al
verbo, aun cuando en el hablar corriente el hiato casi desaparezca (…). Hiatus
mayor. Suspensión completa continuante de la emisión. Sucede entre
palabras, o al principio de una palabra, y en algunos dialectos, aun dentro de
la palabra, como en avambiha Ka’i = Mono. Entre palabras
constituye una característica del hablar paraguayo. El signo correspondiente es
un apóstrofo de un tipo negrita” [sic]. Ortografía
Guaraní. M.S.B. 3ª edición. Ex sylvis. Puerto Bertoni. 1927.
Bertoni llevó su
propuesta de alfabeto guaraní al “X Congreso Científico Latinoamericano”
celebrado en Buenos Aires en 1910, y según versiones no confirmadas, habría
sido aprobada en esa instancia, habiendo convenido entre sí los científicos y
naturalistas escribir en adelante con ese alfabeto los nombres guaraníes de
animales y plantas de América. Existen
indicios de que fue así; sin embargo resulta curioso que el propio Bertoni no haya usado “el pusó” en sus libros escritos
con posterioridad. Por ello no podemos
aseverar que fue incorporado al alfabeto guaraní moderno allí donde nació y no
en el Congreso de Montevideo de 1950. Pero sí se puede sostener que el
apóstrofo como signo gráfico de la suspensión glotal nació con ese alfabeto fonológico, aunque no
precisamente como letra.
Asociación
“Cultura Guaraní”. La entidad que recogió las investigaciones y conclusiones de Bertoni fue,
evidentemente, la Asociación “Cultura Guaraní”, fundada en 1939 en Asunción. En
ella se congregaron los estudiosos de la lengua y aparentemente allí fue
incluido el apóstrofo (pusó) como letra consonante del alfabeto, porque de allí
salieron los delegados paraguayos que participaron del “Congreso Internacional
de la Lengua”, celebrado en Montevideo, en 1950. Dicho Congreso le dio
aprobación formal al alfabeto de Bertoni, con leves modificaciones, a propuesta
de los delegados del Paraguay; y ese alfabeto, habilitado desde entonces para
uso general y no ya “solamente para uso de científicos” como fue la intención
de Bertoni, incluyó el apóstrofo ya como
letra consonante.
Decoud
Larrosa. El más importante propulsor de la lengua guaraní en
el siglo pasado fue, después de Bertoni, sin lugar a dudas el Dr. Reinaldo J.
Decoud Larrosa, de cuya escuela procedemos la mayoría de los que actualmente
integramos la Academia de la Lengua. Él fue uno de los delegados paraguayos
ante el Congreso de Montevideo y fue más consecuente que el otro delegado, el
Padre Antonio Guasch, con las conclusiones de dicho Congreso, pero ambos
aceptaron la inclusión del apóstrofo en el alfabeto como letra consonante.
Sin embargo,
antes del año 50 ese alfabeto era totalmente desconocido por nuestros primeros
poetas populares que, ya para entonces, produjeron un cúmulo muy importante de
obras en guaraní, siendo la poesía la más abundante. Por tanto, dichos
poetas, que publicaron sus poemas en la
benemérita revista Ocara Poty cue mi, no usaron el apóstrofo ni como signo
auxiliar de la escritura y menos como letra consonante. Emiliano R. Fernández,
por ejemplo, no llegó a usarlo.
En otra línea se
ubicaron algunos estudiosos de la lengua que asimilaron solo parcialmente el
alfabeto que viene de Bertoni, pasa por “Cultura Guaraní” y llega a Montevideo. Ellos usaron el apóstrofo como
signo gráfico de la suspensión glotal
pero como auxiliar de la escritura y no como letra del alfabeto.
Algunos de ellos fueron:
Anselmo
Jover Peralta y Tomás Ozuna, que en el Diccionario Guaraní de
la autoría de los mismos, publicado en 1950 indican:
“APÓSTROFO. Se usa el apóstrofo para indicar
una pausa necesaria de la voz. No es indiferente escribir o decir cuá (agujero) y cu’a (cintura), mbói
(víbora) y mbo’i (cortar, picar),
pues, como se ve, el significado de estas voces varía fundamentalmente según
que se escriban con o sin apóstrofo. Es el glotal stop de los ingleses”.
Gaspar
N. Cabrera, en su obra “Prosodia y Ortografía del
Idioma Guaraní”, (1975) sostiene:
“Los
casos de aceuxis (‘) o separación de vocales en la pronunciación de una palabra
guaraní se expresa con el apóstrofo colocado en medio de ellas, v.g. ka’a, yerba; so’o, carne, etc.”
El
Presbítero José Valentín Ayala, en su Gramática
Guaraní (1989), retomando la línea de Montevideo, anota en el capítulo “Puntos
discutidos de la grafía” cuanto sigue:
“EL APÓSTROFO, como signo gráfico de la
consonante “glotal oclusiva sorda” es aceptado por todos. Donde no hay
uniformidad es en la práctica de su uso. En muchos escritos antiguos y actuales
se descuida la utilización de este signo, el cual es tanto más necesario cuanto
más acentuada es la tendencia de los extranjeros que aprenden guaraní a
suprimir la pronunciación de este fonema. Los que conocen bien el guaraní
pueden leer un escrito donde se descuida a menudo el apóstrofo porque conocen
la palabra y la reconocen a pesar de su deficiente ortografía. Debe marcarse
este signo cuando equivale a una consonante (…). En guaraní, lo mismo que en alemán, toda
palabra que comienza con vocal se pronuncia con una oclusión glotal que precede
a la vocal inicial. A esta manera de pronunciar la vocal inicial la llaman los
alemanes “ataque duro”. (sic)
A continuación
el Padre Ayala sostiene que en este último caso no es necesaria la marca de la
suspensión glotal. Este es el fenómeno que nosotros denominamos “pusó virtual”;
suspensión glotal que va entre palabra y palabra y hace del guaraní una lengua sincopada.
Tadeo
Zarratea. Este colega académico de número en su obra
“Gramática Elemental de la lengua guaraní” publicada en el 2003, sostiene:
“El caso del /’/
(puso).
El apóstrofo, signo del hiato glotológico, es considerado en guaraní un fonema
consonante por establecer diferencias fónicas y semánticas en las palabras. Ej.
kái, ka’i; kue, ku’e. Para su graficación se ha adoptado como letra la coma alta o signo de la glotal stop del
inglés. Es intervocálico en guaraní y forma sílaba con la vocal que le sigue”.
Las lingüistas
paraguayas Hedy Penner y Dora Bobadilla
de Cazal en la obra: “Guía de estilo para una ortografía razonada del
guaraní”, sostienen:
“Puso-sonido /?/. En fonología se parte de un
principio general, según el cual todo sonido que integra el sistema fonológico
de una lengua tiende a aparecer en posición inicial de morfema. La fonología
del guaraní no contradice este principio universal, aunque en la escritura no
todos los fonemas aparecen como primera letra de una palabra. Un ejemplo es el
cierre glotal /?/, que es una de las consonantes oclusivas del sistema
fonológico del guaraní. En la grafía solo hace poco tiempo se ha dado
traducción a la realidad fonológica del cierre glotal /?/ con el nombre guaraní
de pusó”. (sic)
Oralidad
y escritura. La existencia de la suspensión glotal
como fenómeno acústico, fonético, del idioma guaraní está fuera de toda duda.
El pueblo hablante del guaraní la articula en forma clara y su recurrencia es
muy frecuente. Es más, la mantuvo en la oralidad inclusive en aquellos
topónimos que fueron escritos inicialmente en tiempos de la colonia con la
exclusión total de su signo gráfico; es decir, sin signo alguno que la
represente; pero a pesar hallarse escrito con esa falencia algunos
topónimos tales como: Caazapá,
Caaguazú y Caacupé; y a pesar de haber sido divulgadas profusamente
estas palabras a través de los mapas del país y del sistema educativo desde
hace siglos, el pueblo hablante no dejó de pronunciar la suspensión glotal
en dichos topónimos. Siempre dijo Ka’asapa;
nunca dijo Caazapá como se escribe.
Tampoco es
discutible la necesidad de la representación visual del fenómeno. Es,
evidentemente necesario que el guaraní escrito
marque esta realización fonética con algún signo; y el signo usado para
el efecto desde hace un siglo y actualmente generalizado, no es nada
despreciable: la coma alta o apóstrofo.
Lo que se halla
en discusión en estos momentos es solamente si este signo debe considerarse
GRAFEMA y como tal integrar o no el alfabeto de la lengua, o debe ser relegado
a la categoría de signo auxiliar de la escritura. La duda fue planteada por
algunos lingüistas importantes a nivel internacional. Por ello consideramos que
es ésta la oportunidad para despejar esas dudas poniendo sobre el tapete la
mayor cantidad posible de opiniones sobre el tema. Nuestra Academia, como autoridad científica y política de la lengua,
tiene el deber de justificar ante la comunidad científica internacional la
inclusión de cada grafema en el alfabeto oficial de la lengua.
Para dirimir la
cuestión debemos estudiar primeramente si la suspensión glotal es o no un
fonema, porque sólo los fonemas de un idioma merecen tener grafemas que los
representan en el alfabeto de la lengua, y,
como lo sabemos todos en esta Academia, para que un sonido articulado
por el aparato de fonación de la persona humana sea considerado FONEMA, debe
reunir las características de:
1) ser un sonido
identificable por su punto y modo de articulación;
2) ser un sonido
inconfundible con otro de la misma lengua, comprobado a través de la oposición
fonemática;
3) ser un sonido
de uso repetido, que aparece con frecuencia en la cadena hablada;
4) que sirva
para realizar diferenciaciones fónicas entre dos palabras del idioma;
5) que sirva
para realizar diferenciaciones semánticas entre dos palabras del mismo idioma.
Sometida a
pruebas la suspensión glotal que se usa
en el idioma guaraní y la forma como se la usa, arroja resultado positivo, en
el sentido de que reúne todas las condiciones señaladas.
En primer lugar
es perfectamente identificable por su punto
de articulación, ubicado de modo indubitable en la glotis, y por su modo
de articulación inconfundiblemente oclusiva.
El lingüista
francés Andrè Martinè, para explicar
la forma como se produce la suspensión glotal, que también existe en su
lengua, la compara con la producción de
la tos. Indica que para articularla, la persona ordena a sus cuerdas vocales
que obture, cierre, ocluya, completamente el canal del aire que viene de los
pulmones, y con una masa de aire presiona firmemente las compuertas desde el
interior; luego ordena a las cuerdas vocales que abra bruscamente el canal y la
masa de aire escapa produciendo a su paso una estampida. De allí proviene su
descripción como: glotal y oclusiva. Es
por tanto un sonido identificable e inconfundible tanto en guaraní como en
otras lenguas.
En cuanto a la
tercera característica: su presencia
repetida y frecuente en la cadena hablada, observamos que en el guaraní
paraguayo y en otros dialectos del mismo idioma, con excepción del dialecto mbya, la suspensión glotal es
reconocidamente frecuente; aparece por lo general tres veces en una frase y
hasta diez veces en una oración. Esto, en cuanto a su aparición real, porque
también debe considerarse su presencia
virtual entre palabra y palabra, especialmente si la palabra siguiente
comienza con vocal, fenómeno éste que marca una de las características más
salientes del idioma: su carácter de
lengua sincopada.
Finalmente la
suspensión glotal realiza la diferenciación fónica entre palabras y hace que
suene distinta la una de la otra. Ej. kua, ku’a: kue, ku’e: kúi, ku’i. Su
intervención en la palabra determina también la diferenciación semántica. En
los ejemplos dados, kua significa agujero, mientras ku’a significa cintura o
parte media; kue, ex, ku’e, movido; kúi, desprendido, caído,
ku’i, triturado, hecho añicos.
Una lingüista
moderna, Juana Gil Fernández, de la
Universidad Politécnica de Madrid, en su obra: “Los Sonidos del Lenguaje”, Editorial
Síntesis, año 2005, nos da luz sobre la cuestión de si la suspensión glotal es
o no es fonema. Dicha investigadora explica:
“Zona glotal o
laríngea.
En ella se pueden formar una oclusiva como /?/ - al cerrar las cuerdas vocales
fuertemente – o fricativas como /h/ o /¨/ sorda y sonora, respectivamente”. La
misma autora, en pág. 94 afirma:
“Finalmente, para articular las consonantes eyectivas – en realidad un tipo
especial de egresivas – se utiliza el aire almacenado en la cavidad creada
entre dos oclusiones, una de ellas en la glotis. Si se eleva la laringe, este
volumen de aire se ve constreñido hasta tal punto que ha de salir bruscamente
al exterior dando lugar a la consonante”. (sic)
Las negritas
finales y el subrayado son nuestros; con ellos queremos remarcar que para la
autora de este libro, el producto final de esta operación articulatoria ES UNA
CONSONANTE.
Siendo tales las
funciones claras e indispensables de la suspensión glotal en el idioma guaraní,
corresponde que tenga un signo gráfico, pero no como mero auxiliar de la
escritura, como son el punto, la coma, etc., sino como LETRA DEL ALFABETO.
Si el /?/ (signo con el cual el alfabeto fonético
internacional representa la suspensión glotal) representa a un fonema,
corresponde que el apóstrofo/pusó tenga categoría de GRAFEMA y que como tal
integre el alfabeto de nuestra lengua. Y, si bien es verdad que otros idiomas
en los cuales también existe la suspensión glotal no le han dado tal rango, nada
obsta que el guaraní le dé, en razón de su frecuencia e importancia en este
idioma. No debemos perder de vista, además, que aquellos idiomas consolidaron
sus respectivos alfabetos en tiempos antiguos, cuando la lingüística no estaba
aun desarrollada. Hoy contamos con estudios y conclusiones de fonetistas
renombrados.
En cuanto a las
utilidades prácticas de tenerlo como letra del alfabeto encontramos, en
principio, con dos:
1) Si el
apóstrofo es letra del alfabeto, el escribiente se verá obligado a usarlo
siempre, considerando que su omisión configuraría un error ortográfico grave:
el olvido de una letra, y no leve, como cuando se omite un signo auxiliar, y
2) El hablante
precario del guraní, proveniente del castellano y otras lenguas, se verá
obligado a articularla, y también las nuevas generaciones de hablantes que
comienzan a decir: Kakupe, imitando de los hablantes precarios.
Concluimos por
tanto solicitando, por consenso de los miembros del Departamento de Gramática y
Ortografía de nuestra Academia, que el apóstrofo/pusó, representante visual de
la suspensión glotal, integre el alfabeto de nuestra lengua como consonante oral, glotal, oclusiva, sorda.
Atentamente.
Carlos
Ferreira Quiñonez. Director. Tadeo
Zarratea. Secretario
Nota.
Por si haya habido error en la decisión asumida por la Dirección de Gramática y
por la Academia sobre este punto, aclaro que el documento es de mi autoría. En
mi carácter de Secretario de la Dirección de Gramática y Ortografía, y por
encargo de mi presidente, lo redacté después de habernos percatado que ningún
miembro proponía la derivación del signo representante de la oclusión glotal (pusó
/’/) a la categoría de signo meramente auxiliar de la escritura; y como se
esperaba, sometida a consideración de los colegas, ellos lo aprobaron
íntegramente y con felicitaciones.
También dejo constancia que en este
punto se acabaron los consensos y comenzaron las maniobras diversas empleadas
por los grupos de académicos con el fin de hacer prevalecer cada sector su
criterio sobre el resto del alfabeto. De aquí en adelante los esfuerzos de
nuestro Presidente en busca de consensos ya resultaron virtualmente infructuosos.
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