Aprobación del Pabellón y Escudo Nacional en el Tercer Congreso reunido en el templo de la Encarnación el 25 de noviembre de 1842, bajo la presidencia de don Carlos Antonio López.
Óleo sobre lienzo de Guillermo Ketterer pintado en 1957.

lunes, 4 de enero de 2010

Homenaje


HOMENAJE

            El 22 de diciembre próximo pasado fui objeto de un homenaje brindado por mi muy querido amigo don Efraín Enríquez Gamón, con motivo de obtener el título universitario máximo. En la ocasión el anfitrión me leyó un documento histórico (él es aficionado a la historiografía entre otras aficiones muy humanas) que dice haber rescatado de los enmohecidos anaqueles del A.N.A. He aquí el texto del singular “documento”.

 - Del Archivo Nacional –
As. 22- XII – 09.

BANDO Nº XXXVII

YO, Juan de Salazar de Espinoza, elegido por el HACEDOR como ARQUITECTO de una Ciudad que va a nacer, y que comienzo con una empalizada, erigida sobre estacas, MANDO que en este año de 1537, y teniendo a este mandato como un MEMORIAL DE FUTURO, se cumplan, en el SIGLO XXI, los siguientes encargos:
1º.-        Que en la noche del 22 de diciembre del año del SEÑOR, 2009, en tenida de camaradería, se invite a uno de los súbditos de S.M. a degustar una cena, del menú elegido por él, sin términos de tasas, a su escogencia, regado con bebidas espirituosas, o las que él eligiera, por el mérito de haber acumulado no títulos de nobleza de este reino a quien servimos, sino de su propio afán e inteligencia, y por cuya tenacidad corona años de esfuerzos compartidos, aprendidos de libros y anecdotarios, de experiencias y tropiezos, para llegar, finalmente, a obtener el eslabón que une a todas las cadenas del conocimiento en el grado de DOCTOR EN CIENCIAS JURÍDICAS, que no es poco decir, habida cuenta de los entuertos y caminos torcidos que ha encontrado en su caminar de peregrino del saber.

2º.-        Previendo, para que no hubiere confusión alguna, que se sepa desde ahora quién es el indicado en cuyo señorío se rinde el homenaje, diré ya que ese caballero, que no solamente aprecia al caballo para su montado, sino igualmente otro tipo de sujeción y andanza, responde al nombre de TADEO, nombre de santo y apóstol, y lleva por apellido ZARRATEA, que tal vez descienda de ZARAGOZA, Capital del Reino de Aragón, por su terca manera de enfrentar la vida cotidiana.  Si hubiere sinonimia de nombre y apellido, el elegido podrá cotejarse en su estirpe por ser él aficionado al lenguaje aborigen, propio de estas tierras; su inclinación por revivir ideas arcaicas de un acervo ideológico en extinción; sus afanes por navegar a través de vías lácteas que, contrario a las formas de las galaxias que nos muestra el universo cósmico, tiene las formas de nuestra madre común, Eva, cuya cadena de herederos será incontable en los siglos venideros; y, también, según las LEYES DE INDIAS, aficionado a la hermenéutica jurídica para  encontrar  el fiel de la balanza, la que sostiene, muda y ciega – o más bien cegada –, la inefable diosa ASTREA, y que, el susodicho  en vez de poner en cada plato de esa balanza los argumentos de las LITIS, y a veces el peso de la razón, coloca en uno de esos platos, los dibujos de un SONETO y el esbozo de la figura de una muñeca moderna, como diciendo que a la par de la lira deber ir igualmente el misterio del amor, como ilusión perseguida.
NOTA:   Mando que no se confunda, cuando hablé de las estacas de la ciudad primaria, que ellas no tengan nada que ver con un ASADO A LA ESTACA, de cuyo sabor cae prisionera su apetencia; aun cuando sentenciado esté a brindar a sus amigos, en el siglo futuro, un menú de esa factura.

3º.-        Mando, finalmente, que muy a su placer y muy a su sabor, de hoy en más todos los súbditos de S.M. en esta PROVINCIA, a su paso, sea el camino, sendero o atajo por donde él caminare, los mismos, inclinen suavemente la cabeza en son de respeto y reconocimiento, y aparten el sombrero de sus cabezas y no tanto, esto que digo, por reverencia, sino pensando que una combinación de ósmosis y deseo, parte de lo que en su cerebro vibra y se exalta, pueda hacer una mudanza en aquellas testas que sólo sirven para llevar sombreros y no precisamente ciencia y conocimiento.

Dado en la futura CIUDAD NUESTRA SEÑORA DE LA ASUNCIÓN, en la fecha que se data abajo. Y con el sello real.


                  CAP. D. JUAN DE SALAZAR DE ESPINOZA DE LOS MONTEROS

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