Aprobación del Pabellón y Escudo Nacional en el Tercer Congreso reunido en el templo de la Encarnación el 25 de noviembre de 1842, bajo la presidencia de don Carlos Antonio López.
Óleo sobre lienzo de Guillermo Ketterer pintado en 1957.

lunes, 12 de diciembre de 2011

Diálogo sobre el uso del idioma guaraní en el catecismo del P. Guasch


Señora María Claudia:
Con sumo gusto paso a contestarle las 3 preguntas que me ha formulado sobre el catecismo del Padre Guasch.

1- El catecismo bilingüe del Padre Antonio Guasch data de 1952, ¿Podría describir brevemente cuál era la situación de la lengua guaraní en ese momento?

La situación de la lengua guaraní en el Paraguay en el año 1952, año del catecismo bilingüe del padre Guasch, era de marginación total en el ámbito público.  En esa época todavía los paraguayos practicábamos el bárbaro deporte de ir al monte a matar indígenas.  En cuanto al idioma guaraní,  por aquel tiempo era una lengua hablada en forma exclusiva y excluyente por  aproximadamente el 70 % de la población nacional.  El grupo bilingüe guaraní-castellano habría sido de apenas el 25%; mientras el monolingüe castellano del 5%.  Pero el uso del guaraní estaba virtualmente prohibido en las oficinas del gobierno, en las universidades, colegios y escuelas, y en los medios de comunicación, radios y periódicos, porque televisión aún no existía. También era reprimido en el seno de las familias de clases alta y media. El Paraguay tenía una sola lengua oficial, el castellano, y se presentaba ante el mundo como un país castellanohablante.  Nadie le deba la menor importancia al idioma guaraní, el cual, aparte de hallarse marginado y discriminado, sus hablantes eran víctimas del más absoluto desprecio.   

2- Se dice que en el momento que el P. Guasch escribiese ese catecismo estaba en su "última fase de purismo y que quería decir todo en guaraní", ¿Qué significa purismo en la lengua? Según su opinión, ¿Por qué el P. Guasch procedió así?

Para nosotros el purismo en una lengua significa un vicio que tiene dos aspectos: el purismo lexical y el purismo sintáctico.  Padecen de purismo lexical aquellos hablantes que quieren expresar todo con palabras del idioma guaraní y cuando se encuentran con un concepto, para el cual el idioma guaraní no tiene palabra, la inventan en gabinete valiéndose de analogías o descripciones del fenómeno. Por su parte el purismo sintáctico, más que un vicio, es el propósito de preservar la sintaxis propia del guaraní y de cuidarse en no caer en la sintaxis castellana; porque en el Paraguay muchos guaraníhablantes utilizan de modo inconsciente la sintaxis castellana pero usando en su totalidad palabras en guaraní.

La reivindicación del idioma guaraní, de la cultura guaraní, y del indígena guaraní como persona humana portadora de una gran lengua y de una gran cultura, fue iniciada en el Paraguay por el sabio suizo Moisés Santiago Bertoni, científico naturalista, botánico, zoólogo, y estudioso de otras ciencias naturales. El mismo se hallaba viviendo en el Paraguay y realizando sus investigaciones cuando en 1910 se realizó en Buenos Aires el primer congreso de científicos americanistas. En la ocasión Bertoni representó al Paraguay y planteó las reivindicaciones señaladas.  Ese congreso aprobó la primera descripción de los fonemas del idioma guaraní, poniendo de ese modo las bases para su alfabeto moderno.  En el año 1950 se realizó en Montevideo el primer congreso de estudiosos de la lengua guaraní. En la ocasión representaron al Paraguay el Dr. Reinaldo Decoud Larrosa, el P. Antonio Guasch y don Guillermo Tell Bertoni, hijo de entonces ya finado científico suizo.  Dicho congreso aprobó, con modificaciones, el alfabeto propuesto en 1910, dejando establecido como alfabeto del idioma guaraní para toda la región sudamericana un alfabeto fonológico de 33 letras, signos o grafemas.  El alfabeto fonológico es aquel que representa cada fonema por un solo grafema, y en el cual cada grafema representa a un solo fonema. Es un alfabeto muy práctico, especialmente para los niños y que el P. Guasch denominara “la regla de oro de la gramática perfecta”, porque no contiene duplicidades ni crea confusiones.

Es verdad que por aquel tiempo, tanto Decoud como Guasch tenían la convicción de que el guaraní-paraguayo, este único dialecto del idioma que ellos conocían, podía restaurarse para volver a ser un idioma lexicalmente puro. Para ello, tenía que extirparse del vocabulario guaraní todos los hispanismos y otros barbarismos, todos los préstamos y calcos lexicales admitidos por el idioma a lo largo de 4 siglos.  Tanto Decoud como Guasch pensaban que esas palabras prestadas del castellano debían ser sustituidas por otras que podían crearse en gabinete y presentarlas al pueblo hablante como palabras propias del idioma.  Pero ese intento de repurificación lexical fue una equivocación total, una postura acientífica y por ende de aplicación imposible.  El intento de repurificación le costó mucho perjuicio económico al Estado paraguayo y le causó mucho daño al idioma guaraní en el Paraguay. Tanto Decoud como Guasch ignoraron el principio de la dialectalización de las lenguas, y por ende no admitieron que el guaraní-paraguayo es uno de los 58 dialectos del idioma guaraní hablado en 7 Estados soberanos de América del Sur.  Este dialecto, técnicamente denominado guaraní-paraguayo, es el único dialecto no indígena del guaraní; el único hablado por una población nacional criolla y mestiza, de cultura bipolar, europea guaraní, de religión cristiana y sistema económico occidental de acumulación de riquezas.  Este dialecto, el más prestigioso de todos, tanto por la cantidad de hablantes que tiene como su importancia social en el Paraguay y su rango jurídico, hoy, como lengua oficial de un Estado soberano en todo el territorio nacional, es un dialecto que ha dejado por lejos la cultura tribal y es medio de expresión de la mayoría nacional.

3- Los estudios que pude consultar dicen que este catecismo del P. Guasch no estaba escrito en la "lengua del pueblo" ¿A qué se refieren?

En cuanto a su tercera pregunta, le explico que el catecismo del P. Guasch, al igual que la biblia traducida por el Dr. Decoud, adoleció del vicio del purismo lexical. Ello hizo que fuera poco atractivo para el hablante natural del idioma guaraní, el cual no encontró en dicho catecismo el guaraní-paraguayo, el de uso corriente, el que pervive en el habla popular, y que tiene una carga lexical de aproximadamente 30% de hispanismos.  Ese porcentaje de barbarismos en el léxico o diccionario oral del hablante, no fue aceptado por los eruditos de aquel tiempo.  Ellos entendieron que el guaraní era una sola lengua, no dialectalizada, y que lo que se hablaba en el Paraguay era el único, y por eso mismo tenía que ser el modelo; por eso intentaron repurificarlo con neologismos creados en gabinete y la recuperación de todos los arcaísmos. Repudiaron toda palabra de origen castellano y se aferraron al mito del guaraní puro.  Mientras tanto, el pueblo hablante del guaraní fue asimilando más y más palabras del castellano a su léxico.  Esta es la causa por la cual se sostiene de aquellas obras de Guasch y de Decoud  están lejos del idioma del pueblo y que para ser usadas deben volver a traducirse al guaraní vivo y hablado.  

Atentamente.
Tadeo Zarratea

Asunción, 12 de diciembre de 2011

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