Aprobación del Pabellón y Escudo Nacional en el Tercer Congreso reunido en el templo de la Encarnación el 25 de noviembre de 1842, bajo la presidencia de don Carlos Antonio López.
Óleo sobre lienzo de Guillermo Ketterer pintado en 1957.

sábado, 2 de febrero de 2019

Velorio colectivo de futuros difuntos.

Los días 10 y 11 de enero de 2019, días antes de cumplirse 30 años de la caída de la dictadura,  se realizó en la compañía Guasu Kora de Villeta, un curioso acto denominado de este modo. Los protagonistas fueron los veteranos, combatientes civiles contra la dictadura stroessneriana, hombres y mujeres que sufrieron persecuciones, confinamientos, destierros, torturas y prisiones por  accionar  en forma organizada con el propósito de derrocar a la dictadura. El evento fue preparado por el veterano combatiente y poeta Gregorio Gomez Centurión, que recibió a sus colegas con el discurso que publicamos a continuación.


Discurso de apertura 

    Compañeros y compañeras de lucha. Señoras y señores:

        Sean ustedes muy bienvenidos a mi modesta casa. Hoy tenemos la suerte de reunirnos aquí en Guasu Kora de Villeta, una parte de los hombres y mujeres que hemos desafiado y sorteado las acechanzas y los peligros que implicaba ejercer los derechos cívicos en tiempos de la dictadura stroessneriana. Perversa dictadura que padeció el Paraguay durante 35 años y desgraciadamente nos tocó vivirla a todos nosotros, los aquí reunidos. 
Esa maldita época, consumió toda nuestra juventud, pero como los jóvenes de entonces, hemos dejado el testimonio de nuestro compromiso con la libertad del pueblo paraguayo; algunos en más, otros en menor medida. Algunos compañeros entregaron la vida misma, otros su integridad física o mental, pero la mayoría nos quedamos sumidos en la pobreza, en la enfermedad y lo que es más doloroso aún, en la indiferencia de la ciudadanía.
Nosotros somos los que hemos llevado al sitio que corresponde nuestro compromiso político y ciudadano con la patria paraguaya. Somos parte de los gloriosos combatientes que vencimos a la dictadura.
Lo más hermoso, y por ello lo más resaltante que tiene esta reunión, es que aquí estamos los militantes pertenecientes a las diversas organizaciones subversivas de entonces: Los bravos combatientes de las gloriosas Ligas Agrarias Cristianas, los grandes soñadores de la Juventud Obrera, los inflexibles militantes del Partido Comunista Paraguayo, los diferentes Movimientos armados que sumaron mártires a esta lucha, incluso ciertos líderes de las iglesias cristianas especialmente algunos referentes de la Iglesia Católica paraguaya, partidos políticos y otros.
En aquellos tiempos de lucha no importaba de qué organización provenía el combatiente. Nos hermanaba simplemente la lucha contra la dictadura, el ferviente deseo de liberar al Paraguay de las garras de un dictador perverso, apoyado por un partido político cuya cúpula dominante se prestó como instrumento miserable a la dictadura.

Hoy nos reunimos para decirle a esa gente que estamos aquí para celebrar la vida, la nuestra y la vida de todos los compatriotas; para celebrar la relativa libertad de la cual hoy goza el pueblo paraguayo y para anunciar una vez más el advenimiento de la democracia social.
Si bien a nosotros ya nos resta poco tiempo de vida, razón por la cual realizamos hoy este velatorio en cuerpo presente, estamos seguros de que nuestra lucha no se apagará; que todas las generaciones de paraguayos seguirán haciendo lo que antes de nosotros y nosotros mismos lo hicimos en su momento.
Estamos seguros de que los jóvenes de hoy y de mañana se inspirarán en nuestro sacrificio para expulsar del suelo paraguayo a los invasores de nuestra tierra, a los tiranos de todos los colores, a la intolerancia ideológica, a la marginación de los pobres, a la ignorancia, a la manipulación política, a los políticos corruptos y todos aquellos que pretendan impedir el desarrollo normal y el buen vivir del gloriosos pueblo paraguayo.
Compañeras y compañeros de lucha, son ustedes bienvenidos a Guasu Kora. Mi familia y yo les recibimos como héroes de la patria. Les deseamos una feliz estadía y una larga y fructífera vida de adulto menor.
Muchas gracias.
                                     Gregorio Gómez Centurión

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