Por ahora le falta el Ensayo, género literario para cuya producción, nuestra escritora aquí presente, la galardonada Susi Delgado, viene instando permanentemente a los escritores, organizando anualmente concursos literarios de Ensayo.
sábado, 11 de enero de 2020
IV ENCUENTRO DE LITERATURAS EN LENGUAS INDÍGENAS
Guadalajara, México, 6-9 de diciembre de 2019
Ponencia del Prof. Dr. Tadeo Zarratea sobre la
Lengua Guaraní del Paraguay y la poeta guaraní galardonada: Susy Delgado
Señoras y señores:
Maitei rory opavavetépe. Tapendepyhare poräite. Un cordial
saludo a todos y que tengan una noche
muy buena.
Tengo
el deber de agradecer, en primer lugar, al Jurado que en este año ha honrado
con este premio a la Lengua Guaraní del Paraguay, junto con otras lenguas; en
nuestro caso, a través de la muy exquisita poeta guaraní doña Susy Delgado.
Luego, debo agradecerles también por esta oportunidad que me brindan habilitándome
este espacio para dar a conocer algo sobre mi lengua materna, su dilatada
historia, su presente cargado de vitalidad y su promisorio futuro.
La
lengua Guaraní, como todas las lenguas originarias del continente americano,
encierra un mundo cultural muy rico. Es una lengua polisintética y aglutinante
que, según nuestros sondeos, tendría más de 5.000 años de sedimentación
cultural, a juzgar por la disposición muy regular, casi matemática, de sus
elementos morfosintácticos. Su sólida estructuración le ha permitido sortear
con éxito los siglos de sometimiento al coloniaje. Hoy, después de tantas
persecuciones y marginamiento, resulta ser la única lengua indígena asumida por
un pueblo no indígena en toda América. Ese pueblo es el paraguayo, originado en
el mestizaje hispano-guaraní en el año 1.536, hecho histórico que hace de nosotros, los mestizos más antiguos de América.-
Entre
las muchas medidas políticas y sociales adoptadas por los gobiernos coloniales de
América para eliminar sus lenguas, la lengua Guaraní ha sufrido una muy
especial: le han cambiado casi la totalidad de su pueblo hablante, que era el
pueblo guaraní de la parcialidad karió, que fue fagocitado por el mestizaje y sustituido por un nuevo pueblo,
integrado por el mestizo hispano-guaraní; pero la lengua emigró sin moverse de
su propio suelo y se instaló en la garganta de los sucesores. El hecho fue
delatado en la década de 1.780 por don Félix de Azara. Este cartógrafo y
antropólogo español, comisionado al Paraguay, dejó escrito en sus memorias
cuanto sigue: “Aquí en el Paraguay, ya ni los viejos españoles hablan la lengua
castellana; hasta para hablar entre ellos prefieren el guaraní”. El caso de esta lengua fue calificado por el prominente
pensador uruguayo Eduardo Galeano como: la
única lengua vencida que se impuso a su propio vencedor.
Desde
entonces y hasta hoy el guaraní sigue
siendo la lengua usada por la mayoría del pueblo paraguayo, que la usa en el
contexto de una cultura europea, socialmente organizada en familias nucleares y
de una economía capitalista ferviente acumuladora de bienes. A esta población que
llamamos paraguaya debe sumarse seis parcialidades
indígenas que las usan también, pero en el marco de sus culturas propias, tribales,
conservando la religión guaraní, el sistema social de vida comunitaria y el sistema
económico de no acumulación de bienes. Estos pueblos indígenas usan dialectos
de la misma lengua, pero son variedades idiomáticas diferentes del guaraní de
los paraguayos, y también diferentes de los que hablan las otras parcialidades
pertenecientes a la misma familia lingüística dentro del país.
El estudio y la documentación científica del
guaraní fue, presumiblemente, uno de los
más tempraneros en América, dado que en 1640 ya fue dado a la estampa, en una
imprenta de Madrid, su primer diccionario denominado “Tesoro de la Lengua
Guaraní”, su primera gramática, el catecismo en guaraní y un cuarto libro, todos escritos por el
sacerdote jesuita Antonio Ruiz de Montoya. De entonces a hoy son innumerables
los libros escritos sobre los diversos aspectos de esta lengua.
Por
suerte el sistema educativo colonial en el Paraguay fue muy endeble y de
pedagogía equivocada, hechos éstos que imposibilitaron el cambio de lengua del pueblo paraguayo, como era el
propósito de sus colonizadores. La enseñanza del castellano fracasó. Al
finalizar el sistema colonial, cuando el país logró su independencia política
en 1811, más del 95% de la población paraguaya hablaba solamente guaraní, pero
la cultura colonialista impidió que se aprovechara la oportunidad de instalarla como lengua oficial del Estado.
En caso de haberse hecho así, el Paraguay hubiera sido el único país de América
con lengua propia, no europea. Pero el Estado optó por la lengua castellana y
la tuvo como única lengua oficial durante los primeros 181 años de su vida
independiente. Recién en la Convención Nacional Constituyente de 1992 el Estado
paraguayo se declaró bilingüe castellano/guaraní.
Actualmente
el guaraní
paraguayo, que así se llama la variedad hablada por los de cultura
mestiza, baña todo el territorio nacional. Esta variedad no está localizada ni enquistada territorialmente,
ni reconoce estratos sociales, porque permea a toda la sociedad nacional. Sin
embargo tiene estatus social de lengua
minoritaria. Es como una población mayoritaria minorizada.
Pese
a estas situaciones sociales, lingüísticas y políticas, con rango
constitucional de lengua oficial del Estado inclusive, los Poderes
políticos cayeron en desidia después de
la oficialización del guaraní. Tardaron más de 18 años en dictar la ley
reglamentaria para poner en práctica las
declaraciones constitucionales. En el año 2010 fue dictada, por fin, la Ley de
Lenguas, la cual realiza 3 aportes
importantes: 1) Reconoce los derechos lingüísticos de las personas, tanto de
los miembros de la comunidad nacional como los de las minorías culturales. 2)
Crea la Secretaría de Políticas Lingüísticas, con rango de Ministerio del P.E.,
para proteger tanto a las lenguas oficiales como a todas las lenguas habladas por
comunidades minoritarias de lenguas diferentes asentadas en el territorio
nacional y 3) Crea la Academia de la Lengua Guaraní, como entidad privada de
servicio público, con facultades para resolver los problemas internos de la
lengua. Esta Academia estableció el 9 de diciembre de 2015 el alfabeto oficial
del guaraní paraguayo. Aprobó también en
el año 2018 una gramática fundamental con carácter oficial y, actualmente se
halla avocada a la elaboración del diccionario oficial. Últimamente tomó la
resolución de incluir al léxico del idioma un total de 135 palabras castellanas,
algunas transfonetizadas y otras no modificadas que fueron admitidas como préstamos
directos. Para instalar y mantener la institucionalidad, esta Academia de 30 miembros toma resoluciones observando
estrictamente las normas de la ley de lenguas y de sus propios estatutos.
Desde
el año 1992, año de su oficialización, al día de hoy el guaraní ha avanzado
bastante en cuanto a su uso en la esfera pública y en los medios de
comunicación social. Actualmente los Congresistas ya lo usan con frecuencia durante
sus intervenciones formales en las sesiones del Parlamento, pero hasta la fecha
dictan las leyes solo en castellano; no lo hacen en ambas lenguas oficiales del
Estado, y esto, en abierta violación de la Constitución Nacional que constituye
un Estado bilingüe. La prensa escrita sigue virtualmente monolingüe pero siempre
aparecen salpicadas y hasta algunos artículos en guaraní. Es un hecho, que en
los medios orales, el uso del guaraní ha avanzado mucho más que en los medios
escritos, porque esta lengua ha sido ágrafa desde siempre.
Los
desafíos que tenemos los paraguayos de hoy en cuanto a nuestro bilingüismo son,
en esencia, dos: estatalizar el guaraní y lograr que el educando, al concluir el
nivel medio, sea ya bilingüe coordinado castellano/guaraní. Necesitamos acabar
con la diglosia actual que hace al guaraní dependiente del castellano. Debemos
abocarnos al objetivo de tener ciudadanos
que entienden, hablan, leen y escriben en guaraní como en castellano y con
competencia lingüística en ambos idiomas. Hoy día todo el pueblo habla en
guaraní pero escribe solo en castellano, y cuando habla en castellano traduce
su pensamiento desde el guaraní. Por todo esto, el caso lingüístico del Paraguay no es fácil. Pero existen
avances muy significativos.
Un
capítulo desagradable pero al cual debo referirme necesariamente para completar
este breve panorama, es el fracasado plan
de educación bilingüe, hoy suspendido por causa de los errores cometidos,
primero en cuanto al modelo de lengua a ser enseñada. En ambos idiomas la enseñanza se realiza sobre modelos de lengua equivocados. pero es más visible en el guaraní.
A estos errores se suman los desatinos pedagógicos y las trabas, nunca
ausentes, que ponen los pedagogos partidarios del monolingüismo castellano, que
sin miramiento alguno desacatan la Constitución y las leyes para imponer sus
criterios colonialistas.
Aspecto literario.
El
guaraní ha sido lengua ágrafa como todas las lenguas de América, hecho que
determinó la aparición tardía de su literatura. Y, como es de conocimiento de
este ilustrado público, las lenguas se internan en la literatura comenzando por
el género poético, luego de buen
tiempo produce teatro para avanzar
posteriormente hacia la narrativa, cultivando por su orden
la fábula, el cuento de ficción, la novela
y finalmente el ensayo. En este
orden, el guaraní paraguayo comenzó con la poesía al finalizar la época
colonial con la aparición de los primeros poemas líricos que escaparon a la
censura de la iglesia católica, especie a la cual se le sumó pronto el género épico.
El primer himno nacional del Paraguay fue cantado en guaraní; luego fue
traducido pobremente al castellano y prohibido el original. Después de más
de cien años del cultivo de la poesía, apareció el teatro guaraní en la década
del 20 del siglo pasado, con el dramaturgo Julio Correa. Por su parte, la
narrativa de ficción ( el Cuento) apareció en la década del 70 del siglo pasado de la mano
de Carlos Martínez Gamba, y la novela nació conmigo, con mi novela Kalaíto Pombéro, en 1981.
Por ahora le falta el Ensayo, género literario para cuya producción, nuestra escritora aquí presente, la galardonada Susi Delgado, viene instando permanentemente a los escritores, organizando anualmente concursos literarios de Ensayo.
Por ahora le falta el Ensayo, género literario para cuya producción, nuestra escritora aquí presente, la galardonada Susi Delgado, viene instando permanentemente a los escritores, organizando anualmente concursos literarios de Ensayo.
Susy Delgado
Sobre
la personalidad poética de Susy Delgado me limitaré a reproducir lo que digo
acerca de su labor poética en mi libro titulado: “LA POESÍA GUARANÍ DEL SIGLO XX. Galería de 22 poetas de la lengua”, publicada
en el año 2013. En este libro sostengo que: “Decir de Susy Delgado, que es una consumada poeta bilingüe porque usa por
igual el castellano y el guaraní, es decir poco. Califico con ese rótulo a
varios de nuestros poetas jóvenes que integran esta galería de poetas
contemporáneos y lo digo cuando producen poemas de igual nivel estético en
ambas lenguas. Susy Delgado, además de eso, es capaz de recrear un poema en la
otra lengua; es decir, tiene la capacidad de dar a un poema el mismo vuelo
poético que tiene en el original al traducirlo a la segunda lengua, y esto sin
considerar en cuál de las dos lenguas oficiales del Paraguay ha sido escrito
originalmente el poema. En suma, es una traductora insigne de la poesía, una
virtud que no abunda en razón de que es absolutamente incomparable la
traducción de un texto común con la traducción de la poesía. En la primera se
traducen ideas y hasta palabras; en la segunda se traducen imágenes, metáforas,
comparaciones y muchísimas otras figuras literarias.
Susy
tiene también el mérito de vivir de su trabajo literario desde su juventud, el
cual abarca el periodismo cultural, la traducción y otros aspectos que en su
conjunto le permiten ganarse la vida haciendo lo que le gusta. En este punto se
diferencia de la inmensa mayoría de los intelectuales que nos ganamos la vida
con otra actividad laboral, muchas veces no deseada, y ejercemos el arte
literario en forma marginal. Cuando Susi
fue despedida del último periódico en que se hallaba encargada de la página
cultural y quedó sin trabajo, no se amilanó; buscó mecenas y publicó una revista
literaria con el nombre de Takuapú con
dicho gesto ratificó su vocación y fidelidad a la literatura. Siempre será un
mérito en el Paraguay o en cualquier otro país que el intelectual se gane la
vida con su actividad literaria.
Un
tercer mérito que encuentro en Susy es que ella ha sido una de las primeras
poetas paraguayas que decidió publicar todos sus poemarios en versión bilingüe.
Cuando publicó sus primeros libros de esa forma, por ejemplo Tataypýpe
– Junto al fuego; Tesarái mboyve – Antes del olvido, etc., me pareció
una práctica inapropiada y asumí una actitud muy crítica sobre el caso, pero
estaba yo equivocado.
Como
poeta, Susy Delgado es absolutamente adulta; su obra es homogénea, elevada,
exquisita y delicada desde sus inicios hasta hoy; no presenta altibajos; asume
el lenguaje poético sin apartarse de modo completo del lenguaje lógico. Ella
tiene sus medidas y no permite al lector situarse en uno ni otro plano en forma
exclusiva sino en ambos a la vez. Sus poemas apelan a la sensibilidad humana y
al deleite intelectual. Escribió desde muy joven y la cantidad de títulos
publicados sobrepasa largamente la veintena, incluyendo traducciones de obras
importantes.
Susy Delgado es
una esforzada y meritoria hija de Atenea. Una ESCRITORA con mayúsculas, que
sobradamente se merece este premio que le otorga el pueblo de México a través de este IV ENCUENTRO DE LITERATURAS EN
LENGUAS INDÍGENAS.
Muchas
gracias
Tadeo
Zarratea
Guadalajara, Jalisco, 9 de diciembre de 2019
NOTA.
Este es el escrito que llevé para
leer en el acto de premiación, pero leí solo una parte por haberse agotado el tiempo del
evento.
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