Aprobación del Pabellón y Escudo Nacional en el Tercer Congreso reunido en el templo de la Encarnación el 25 de noviembre de 1842, bajo la presidencia de don Carlos Antonio López.
Óleo sobre lienzo de Guillermo Ketterer pintado en 1957.

lunes, 8 de julio de 2024

LUCHA POR EL GUARANI PARAGUAYO

 

 

Este documento se encontraba en etapa de circulación limitada, porque venía yo solicitando la opinión de colegas Académicos con el fin de que un grupo lo ponga a consideración de la Academia, cuyo colegiado tiene que discutirlo en sesión plenaria para tomar la resolución. Pero antes del debate, y con el fin de impedir el debate mismo, el grupo de Académicos puristas se alza contra el mismo y comienza su campaña de desprestigio. Por ello me veo en la obligación de dar a conocer al pueblo paraguayo las posturas de ambos grupos en el seno de nuestra Academia. Nosotros buscaremos el apoyo del soberano de la lengua: el pueblo hablante.              

 

SEGUNDO BORRADOR

 

                                                 Por Tadeo Zarratea

 

                      Anteproyecto de ley por el cual se establece el modelo de lengua para la enseñanza del idioma guaraní en el sistema educativo nacional.

 

HONORABLES MIEMBROS DEL CONSGRESO NACIONAL:

 

LA ACADEMIA DE LA LENGUA GUARANI / GUARANI ÑE’E REREKUAPAVE se dirige a VV EE con el fin de presentar a su consideración un anteproyecto de ley para mejorar la enseñanza de la lengua guaraní en el sistema educativo nacional.

 

Después de 50 años de esfuerzos improductivos hemos identificado la causa principal de ese escaso rendimiento y hasta el rechazo de nuestra lengua por parte de la juventud estudiosa paraguaya. Se trata del MODELO DE LENGUA utilizado por el sistema educativo; un modelo extraño que no tiene hablantes naturales en el Paraguay que puedan servir de modelo y menos comunidades de hablantes que puedan tomarse como referentes o paradigmas. El modelo vigente es un engendro que antes que beneficiar viene perjudicando al idioma guaraní. Por ello es necesario y urgente su cambio por el bien de nuestra lengua propia, de la juventud y del erario público; porque no debemos cerrar los ojos a las cuantiosas sumas de dinero público destinado anualmente a esta empresa que, aparte de no ajustarse a la ley, no arroja resultados positivos en materia de enseñanza de la lengua guaraní.

Por ello venimos a proponer el presente anteproyecto de ley, con su correspondiente exposición de motivos, esperando que algunos miembros de esta honorable Cámara lo conviertan en PROYECTO DE LEY e impulsen su tratamiento legislativo.

Aprovechamos la ocasión para saludar al señor Presidente con nuestra distinguida consideración,

ANTEPROYECTO DE LEY

          “EL CONGRESO DE LA NACIÓN PARAGUAYA

                SANCIONA CON FUERZA DE LEY

    Art. 1°. Para la enseñanza de la lengua guaraní a través del sistema educativo nacional, se establece como modelo de lengua a ser enseñada, la variedad idiomática usada tradicionalmente por la sociedad paraguaya, denominada técnicamente: guaraní paraguayo.

 

Art. 2°. El Ministerio de Educación y Ciencias rectificará los textos didácticos vigentes y los demás materiales didácticos relacionados con la enseñanza de la lengua guaraní, adaptándolos en todo a los artículos 41, numeral 1 y 28 de la Ley de Lenguas y a la presente Ley.

 

Art. 3°. El Plan Nacional de educación bilingüe guaraní/castellano, así como los Planes de iniciación escolar en lengua materna, utilizarán la variedad idiomática escogida en la presente ley.

 

Art. 4°. En la enseñanza de la lengua guaraní, el educando que sea menor de edad será iniciado con el uso oral de la misma, dándosele a conocer el uso escrito de la lengua con posterioridad.

 

Art. 5o. Promulgada que sea la presente ley, el Ministro Secretario Ejecutivo de Políticas Lingüísticas convocará a los organismos públicos y privados encargados de la enseñanza de la lengua guaraní, a fin de conformar la Comisión de Expertos que realizará la identificación precisa  y caracterización del guaraní paraguayo.

 

Art. 6°. La Comisión de Expertos estará integrada por dos representantes del Ministerio de Educación y Ciencias, dos representantes de la Academia de la Lengua Guaraní, dos representantes de la Secretaría de Políticas Lingüísticas, un representante de la Secretaría Nacional de Cultura, un representante de la Academia Paraguaya de Lengua Castellana, un representante del Instituto de Lingüística Guarani del Paraguay y un representante del Ateneo de Lengua y Cultura Guarani.

 

Art. 7°. La Comisión de Expertos será presidida por el Ministro Secretario Ejecutivo de Políticas Lingüísticas y durará un año en el cumplimiento de su cometido. El Presidente tendrá facultades para invitar a otros expertos paraguayos y extranjeros a dictar charlas y dirigir talleres de trabajo.

 

Art. 8°. La aplicación de la presente ley quedará a cargo del Ministerio de Educación y Ciencias, pero las instituciones integrantes de la Comisión de Expertos comprometerán su cooperación en la misma. Su implementación no dependerá de los resultados esperados de dicha Comisión.

 

Art. 9°. Comuníquese al Poder Ejecutivo.”

 

 

 

Anteproyecto de ley por el cual se establece el modelo de lengua para la enseñanza del idioma guaraní en el sistema educativo nacional.

 

EXPOSICIÓN DE MOTIVOS

El presente anteproyecto de ley, formulado por la Academia de la Lengua Guaraní, tiende a modificar la enseñanza del idioma guaraní en el sistema educativo nacional. El Poder Legislativo no puede seguir prestando oídos sordos a la queja generalizada, a la crítica y a la preocupación de los ciudadanos de toda la República por la especie de lengua guaraní que se enseña en escuelas y colegios del país.

 

Es de público conocimiento que el estudiante del nivel medio actual aprovecha muy poco la enseñanza que recibe en esta materia, y que al egresar no demuestra ningún interés por profundizar el conocimiento de la lengua; alega incluso que el guaraní es, además de difícil, una materia inútil, porque no le sirve en su comunicación diaria con la gente.

 

Los padres de los estudiantes expresan igualmente preocupación por la grave desfiguración que sufre en las escuelas y colegios el idioma guaraní que ellos conocen y hablan; desconocen el guaraní escolar que llega a sus casas en los cuadernos de sus hijos, porque es totalmente diferente del guaraní que ellos hablan y, consecuentemente, no pueden ayudar a sus hijos a aprender la lengua.

Ciertamente los resultados de la enseñanza de ambas lenguas oficiales en nuestro país son magros, pero la cuestión se ha vuelto más crítica en el caso de la lengua guaraní, porque se ha adoptado como MODELO DE LENGUA para la enseñanza, una variedad no dialectal de la lengua, una especie de guaraní que no habla el pueblo paraguayo ni comunidad indígena guaraní alguna dentro del Paraguay. Esta afirmación no necesita pruebas, porque todos los integrantes del Congreso Nacional saben que en los colegios de la República se enseña un guaraní raro, de léxico repurificado artificialmente en gabinete, en forma arbitraria; esta especie de “guaraní” rechaza toda palabra proveniente del castellano, y con ello niega nuestra condición de mestizos de lengua, de sangre y de cultura; nos toma como si fuéramos el pueblo guaraní y no el pueblo paraguayo que, como sabemos, es la resultante de esa amalgama y es así como debemos reconocernos, rechazando toda forma de pretendido purismo.

 

Es por eso que el modelo de lengua que fue adoptado para la enseñanza del idioma guaraní constituye un error lingüístico, cultural e histórico.

Para comprobar que fue un error basta con mirar los resultados de la

enseñanza que, después de 50 años de esfuerzos conjuntos de profesores de

la lengua, las instituciones y el Estado, es sumamente difícil encontrar en el

Paraguay un ciudadano que mediante el sistema educativo haya aprendido

a leer fluidamente el idioma guaraní. Pero es más difícil aún encontrar a

alguien que escriba en guaraní sin errores ortográficos. Pero lo más grave

es que el educando no deja el colegio expresando su simpatía por el idioma

guaraní y menos todavía su admiración, sino todo lo contrario, sale odiando

el idioma por causa de los malos momentos que le hizo pasar y por la

ausencia total de utilidad en la vida práctica. Por último, habría que investigar

los miles de millones de guaraníes, de dinero público, que el Estado

Paraguayo ha destinado generosamente a la enseñanza del idioma

guaraní en los señalados 50 años sin provecho alguno. El fracaso del

emprendimiento está a la vista y no queda otra alternativa que la de reconocer.

 

Nosotros, como integrantes de la Academia de la Lengua Guaraní, en mayoría, creemos que ha llegado el tiempo de poner fin a esta penosa situación, porque no podemos olvidar que el guaraní es lengua cooficial del Estado paraguayo y que el uso de las lenguas oficiales es una cuestión que interesa al Estado, porque son instrumentos de gobierno y porque son patrimonios culturales históricos que  involucran a toda la sociedad nacional. Es por ello que necesariamente debe intervenir el Estado en el proceso, para promover el uso eficiente y eficaz de las lenguas oficiales a través de todas las instituciones públicas con competencias en los ámbitos de la educación y la cultura. Tampoco debemos olvidar que, desde el ámbito del educando, sujeto de los esfuerzos del Estado, el uso eficiente del lenguaje es un derecho humano fundamental, porque a través del lenguaje se manifiesta la personalidad del individuo, se define su identidad cultural y se asegura su desarrollo integral. Por todo ello se tiene establecido que el uso correcto del lenguaje hablado y escrito es una responsabilidad individual, pero compartida con la sociedad y el Estado.

 

HONORABLES MIEMBROS DEL CONSGRESO NACIONAL:

El Estado paraguayo tiene establecida una política lingüística vertebral a través de las normas pertinentes de la Constitución Nacional y de la Ley de Lenguas N° 4.251/10. Sobre el punto, la Constitución Nacional, en su art. 140, declara:

“Son lenguas oficiales el castellano y el guaraní. La ley establecerá las modalidades de utilización de uno y otro”.

 Por su parte el art. 77 de la misma dispone:

 “La enseñanza, en los comienzos del proceso escolar, se realizará en la lengua oficial materna del educando. Se instruirá asimismo en el conocimiento y en el empleo de ambos idiomas oficiales de la República”.

 A su vez, para la enseñanza de las lenguas oficiales, la Ley de Lenguas  establece una instrucción precisa en los siguientes términos: 

 Art.28. “Las lenguas oficiales serán enseñadas en las instituciones públicas y privadas que integran el sistema educativo nacional, aplicando métodos que garantizan la máxima eficacia comunicacional”.

­­¿Acaso algún legislador paraguayo cree, por ventura, que el Ministerio de Educación y Ciencias aplica esta norma legal en la enseñanza del idioma guaraní?

Nosotros sostenemos que de haber acatado las instrucciones dadas por la ley el resultado de su trabajo habría sido muy distinto. Como vemos, la Constitución Nacional y la Ley de Lenguas tienen diseñada la enseñanza de las lenguas oficiales para que el educando logre eficacia comunicacional. Esto significa que un bachiller debe estar en condiciones de comunicarse con eficiencia y eficacia, con cualquier semejante, tanto en castellano como en guaraní, en forma oral y escrita, no porque provenga de tal o cual familia, sino porque ha cursado los tres niveles iniciales del sistema educativo y ha sido beneficiado por una política lingüística pensada para Él, que es un/a joven paraguayo/a que vive en un país que se encuentra en situación de bilingüismo.

Es el Estado el que, a través de la instrucción pública institucionalizada, debe convertir al educando en una persona bilingüe coordinada, es decir, con capacidad para usar de modo eficiente el castellano y el guaraní. Tal es la misión del Estado en esta área. Esta misión está establecida en la Constitución y en la ley. Pero ¿cómo puede lograrse tan loable propósito si el sistema educativo enseña, en nombre de la lengua guaraní, un sociolecto ininteligible para el guaraní-hablante?, una especie de guaraní que está lejos de GARANTIZAR LA MÁXIMA EFICACIA COMUNICACIONAL como manda la ley?; y en su lugar enseña un “guaraní” que en vez de servir de medio de comunicación incomunica a las personas porque es una jerga cargada de palabras inventadas.

Nosotros, los Miembros de la Academia de la Lengua Guaraní venimos a proponer este cambio de rumbo después de muchos años de observación de la enseñanza, de muchas investigaciones y de haber aplicado nosotros mismos el método vigente sin mayores resultados.  Proponemos este cambio porque hemos llegado a la conclusión de que la causa mayor del fracaso de la enseñanza del idioma guaraní está en el MODELO DE LA LENGUA escogida por el Ministerio de Educación para la enseñanza. Un modelo elegido, por vía de amistad, por un solo técnico del idioma, en tiempos de la dictadura y que no se ha cambiado en la era democrática. Ese modelo es el “guaran artificial” como se lo denomina en la jerga popular porque su léxico se ha reinventado en gabinete por el Dr. Reinaldo Decoud Larrosa y sus discípulos. Una jerga que no entiende ni habla el pueblo paraguayo, y tampoco la usan nuestros poetas populares.

Esta Academia, señores miembros del Congreso Nacional, se halla autorizada por ley y legitimada para realizar esta clase de propuesta, porque la Ley de Lenguas N°4.251/10 dispone:

Art. 44. La Academia de la Lengua Guaraní representa la soberanía lingüística del pueblo hablante de dicho idioma”

A su vez, el art. 45 dispone:

La Academia de la Lengua Guaraní tiene competencias para establecer la normativa de la Lengua Guaraní en sus aspectos ortográfico, lexicológico, terminológico, gramatical y discursivo. Le compete igualmente publicar los diccionarios y gramáticas oficiales de la lengua guaraní, Las tareas normativas se basarán en investigaciones lingüísticas y atenderán las modalidades de uso de la lengua hablada”.

Nuestra Academia, en medio de sus precariedades, ya ha sancionado el alfabeto oficial  y la gramática oficial del idioma. También ya ha publicado el diccionario oficial, pero ve con demasiada preocupación el fracaso de la enseñanza del idioma guaraní en el sistema educativo nacional. Por eso viene a solicitar el cambio del modelo de lengua para proseguir con la enseñanza. El nuevo modelo debe establecerse por ley, atendiendo a las normas jurídicas ya dictadas por la Convención Nacional Constituyente y por este Honorable Congreso Nacional. Dichas normas se hallan vigentes y las tenemos transcriptas más arriba, solo habría que agregarles algunas concordantes de igual rango que citamos en este escrito.

 

EL MODELO DE LENGUA DEBE SER EL GUARANI PARAGUAYO

Guarani paraguayo es el nombre técnico/científico dado por los estudiosos de la   lingüística y la dialectología para designar a la variedad o dialecto de la lengua guaraní hablada actualmente y desde siempre por el pueblo paraguayo y en todo el país. La variedad que fue y es usada por los poetas y escritores paraguayos en la poesía popular y culta, en las piezas teatrales que divierten al pueblo paraguayo, en la narrativa de ficción registrada en fábulas, cuentos, novelas y otros géneros literarios, pero fundamentalmente es la variedad viva y hablada por nuestro pueblo. Por tanto, imponer otro modelo en vez de éste, se halla muy cerca de una traición al pueblo paraguayo.

El desconocimiento de los principios lingüísticos por parte de los rectores de nuestra educación institucionalizada ha causado ya muchos perjuicios a nuestro país. Ellos, antes que ahondar en el estudio científico de las lenguas se aferran a tabúes lingüísticos perniciosos. No aceptan el principio lingüístico universal de que todas las lenguas se dialectalizan y todos nosotros y en todas las lenguas, hablamos dialectos. La LENGUA GUARANÍ no escapa a este principio. Ella reconoce en América del Sur 53 dialectos y dentro del Paraguay SIETE DIALECTOS, seis en el ámbito indígena y uno que baña todo el territorio nacional, hablado por la población NO INDÍGENA, es decir por la criolla y mestiza, denominada “Guaraní paraguayo”.  La suma de todos esos dialectos o variedades regionales y sus respectivos procesos históricos constituye LA GRAN LENGUA GUARANI. Es preciso distinguir entre LENGUA Y DIALECTO para corregir este enredo tan perjudicial. El prejuicio que gobierna a nuestros educadores es que

 

“el guaraní que hablamos los paraguayos ya no es una lengua pura sino un gran jopara, un jehe’a, un javorái; cualquier cosa menos lengua guaraní”. Con esta convicción errada descalifican al guaraní paraguayo y rechazan su enseñanza en las instituciones educativas, asimilándolo al JOPARA.

 

CARACTERIZACIONES Y DIFERENCIAS

Como lo definiera un estudioso de la situación lingüística del Paraguay: “El guaraní paraguayo ES UNA LENGUA mezclada”, mientras “el jopara ES UNA MEZCLA DE DOS LENGUAS”. El guaraní paraguayo tiene en su léxico una carga aproximada del 20% de palabras extranjeras, mientras en el jopará no se puede medir porque depende del nivel cultural y la capacidad del hablante; por ello se presume que las dos lenguas mezcladas contribuyen en un 50% cada una.  Sin embargo, este aspecto no señala la diferencia fundamental, porque NO ES EL LÉXICO de una lengua lo que determina SU PUREZA sino su estructura sintáctica. Este es otro de los principios lingüísticos universales ignorados en nuestro país. El guaraní paraguayo está organizado en torno de la estructura sintáctica del idioma guaraní, mientras el jopará no tiene estructura, no responde a un sistema sintáctico; solo va mezclando las dos lenguas según la necesidad del hablante. Finalmente, el guaraní paraguayo es hablado por el hablante tradicional del guaraní, tanto monolingüe como bilingüe. El jopará es hablado por el hablante del castellano que ensaya hablar el guaraní sin haberse preparado para hacerlo, y por el hablante del guaraní que se ve en la necesidad de hablar el castellano sin haberse preparado para hacerlo. El guaraní paraguayo tiene un pueblo referente, que lo habla y puede localizarse, mientras el hablante del jopará puede ser encontrado en cualquier parte pero no puede ser localizado como comunidad.

ORIGEN Y PROCESO DEL GUARANI PARAGUAYO

No cabe dudas de que el guaraní paraguayo fue originado en el guaraní/karió, dialecto de la parcialidad guaraní que ocupaba la TÁVA PARAGUAY (hoy ciudad de Asunción) a la llegada de los europeos. Ese dialecto era ya diferente de los otros dialectos en esa época, pero la diferencia fue acentuándose al ponerse en contacto con la otra lengua que llegó para quedarse.

Esa lengua trajo consigo objetos nuevos, desconocidos e innominados; se le sumaron la fundación de la nación paraguaya a través del mestizaje ordenado por Irala, la situación de dos lenguas en contacto en un mismo territorio y en una misma población, el sometimiento del pueblo karió al poder político del grupo ocupante de su territorio, el vasallaje político/social instalado, la esclavización de los hombres, el sometimiento y domesticación de las mujeres y la alfabetización de los niños mestizos en lengua castellana. Ante todo este descalabro el dialecto  guaraní/karió tuvo que hacer las concesiones inevitables a cambio de su propia pervivencia y gracias a ello sobrevivió durante más de cuatro siglos sin apoyo del Estado y contra la voluntad de todos sus gobernantes paraguayos, sostenido solamente por el pueblo hablante. No obstante, y a pesar de todo, hoy goza de buena salud y sigue siendo la lengua mayoritaria y la más importante del Paraguay. Por ello dijo el gran escritor uruguayo Eduardo Galeano: “El guaraní es el único idioma del mundo que ha vencido a sus propios vencedores”. Pero los puristas paraguayos no le perdonan las concesiones hechas; le exigen pureza de léxico.

 

LOS HISPANISMOS ICORPORADOS AL LÉXICO DEL GUARANI

Las palabras castellanas fueron incorporadas al léxico del guaraní paraguayo a través de 2 mecanismos principales: 1) Los préstamos directos. Los nombres de objetos e ideas nuevas, innominadas en guaraní, fueron prestados, en especial las palabras que el hablante las podía pronunciar por permitirle su aparato de fonación y los fonemas de su lengua. Ej, gallo, toro. 2) Los préstamos transfonetizados: Nombres de animales, cosas e ideas que los indios karió y los primeros paraguayos no podían pronunciar por causas fonéticas; entonces las transformaron.  El. vaca (vaká), cabra (kavará), oveja (ovechá), caballo (cavajú).  Estas incorporaciones son usadas en las oraciones por medio dos mecanismos principales que son: 1) Como palabras sueltas.  Integrando las frases y oraciones como palabras independientes.  Ej. aháta ambyaku che ÓLLA; osapukáima che rymba GÁLLO.   2) formando palabras polisintéticas. Ej. oñemboPLÁTAma katu ko Pile; remboSAPATUva’era nde ra’y. De esta forma las palabras incorporadas quedan atrapadas morfológicamente por morfemas prefijos y sufijos del guaraní, configurando una locución compleja, equivalente a frases en otras lenguas, pero sin pérdida de su valor semántico. Cuando realizamos el recuento de los hispanismos dentro de un texto, sea narrativo o poético, debemos incluir todas estas palabras como hispanismos, sin considerar los mecanismos de incorporación ni la forma de uso.

 

EL GRADO DE “CONTAMINACIÓN” LEXICAL DEL GUARANÍ PARAGUAYO

Preocupados por la objeción formulada al guaraní paraguayo por los llamados puristas del léxico, varios miembros de nuestra Academia han tratado de establecer el porcentaje de palabras extranjeras, especialmente castellanas, que se encuentran en uso hoy día dentro del mismo. El resultado es sumamente alentador porque todas las mediciones, salvo honrosas excepciones, arrojaron porcentajes menores del 20% (veinte por ciento). Es así que en el poema épico de don Félix Fernández “Tupasy Ka’akupépe”, fue comprobado un 19,1 % (diecinueve coma uno por ciento) de hispanismos. En el Cuento campero del Académico Tadeo Zarratea titulado “Tóro nílo sagua’a” se identificó un total de 17,6 % (diecisiete coma seis por ciento) de barbarismos, siendo menor aún en su novela “Kalaíto Pombéro”. El poema bélico y emblemático de nuestro poeta mayor, don Emiliano R, Fernández titulado “Regimiento trece: Tujuti” se registra un total aproximado de 25% (veinticinco por ciento) de hispanismos; esto porque contiene gran carga de terminología bélica y repeticiones. La palabra “trece”, se repine 11 veces y la palabra “Regimiento” 9 veces. En el Cuento largo del Académico Mauro Lugo titulado “Doroteo” se registra un total de 14 % (catorce por ciento) de palabras castellanas.

En suma, si las palabras extranjeras incorporadas por los hablantes del guaraní karió a lo largo de más de 400 años no exceden en mucho del 20 % (veinte por ciento), se concluye que este dialecto del guaraní está lejos de ser una lengua perdida, porque mantiene su identidad fónica y estructural (pureza para ellos) mejor que muchas lenguas de prestigio.

No obstante, estos estudios son preliminares y como tal insuficientes. Por ello esta Academia propone la conformación de una Comisión de Expertos para identificar, reconocer, caracterizar y definir el dialecto guaraní paraguayo. Esta es una misión de esta Academia, la que debe realizar de consuno con la SECRETARÍA DE POLÍTICAS LINGUÍSTICAS. Se halla encomendada a la misma por el art. 34 de la Ley N° 4.251/10 “De Lenguas” que dispone:

“De las competencias de la Secretaría de Políticas Linguísticas. La Secretaría de Políticas Lingüísticas es la autoridad de aplicación de la presente ley con la participación de organismos públicos y privados vinculados al tema. Es la responsable de planificar el uso de las lenguas, en especial las oficiales, en los ámbitos comunicacional, educativo, judicial, comercial, administrativo, político, profesional y en toda instancia de interacción social. Le compete igualmente promover investigaciones sobre el uso de las lenguas en el país”.

 Pero por si cupiera dudas señalamos que la misma ley, en su art. 41, numeral 1, remarca esta misión al establecer las competencias de una de sus dependencias en los siguientes términos:

De las funciones específicas de la Dirección General de Investigación Lingüística. la Dirección General de Investigación Lingüística tiene las siguient4s funciones:  1. Promover y patrocinar  estudios científicos para la identificación y caracterización del guarani y del castellano paraguayos, como variedades idiomáticas propias del país y la valoración y enseñanza de dichas variedades a fin de que sean asumidas por los compatriotas como signos de identidad cultural”.

En suma, todo está establecido en la ley; solo falta la toma de decisiones políticas  

en el nivel parlamentario y administrativo, es decir, en el ámbito del Poder Ejecutivo.

 

Guarani Ñe’e Rerekuapave                Academia de la Lengua Guaraní

                                                                

      Asunción, 8 de   julio  de 2024”.

          Es la propuesta.

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