Aprobación del Pabellón y Escudo Nacional en el Tercer Congreso reunido en el templo de la Encarnación el 25 de noviembre de 1842, bajo la presidencia de don Carlos Antonio López.
Óleo sobre lienzo de Guillermo Ketterer pintado en 1957.

domingo, 2 de julio de 2023

Elogio a mi esposa


        Alguna vez escribí un artículo titulado “Elogio a mi casa”. Ahora vuelvo con este elogio y ustedes dirán: para qué, si solo a él le incumbe, porque se trata de mi pareja, la novia y esposa que llegó a mí ya de tarde, cuando el sol de mi existencia se inclinaba hacia el poniente; pero era ella, sin lugar a dudas, “la mujer pálida y bella// que en sueños me visita desde niño”, como dice la canción popularizada por Cuco Sánchez.

Lo sé de sobra que en el Paraguay esto “no se hace”; aquí están aceptados todos los cantos y las flores a la mujer pretendida, pero cuando haya sido conquistada y “cazada”, todo eso debe acabarse, porque existe una institución socio-cultural de la cual el hombre se cuida mucho para no ser considerado “dominado” o “loríto óga”. Por esto, muchachos, no lo hagan; solo yo puedo halagar a mi mujer porque a mí me importa un rábano lo que dice la gente.

Nos conocíamos con Ada Lissi desde antes pero llevábamos tiempo sin vernos por condicionamientos de la vida. Un día se presentó ante mí de forma inesperada; hablamos con el respeto y el afecto de siempre pero ese encuentro dejó una estela en el aire y para más la emoción fue recíproca como nos enteramos después.  Luego mantuvimos una conversación telefónica que duró casi una noche entera y descubrimos algo hermoso que iba más allá de nuestra vieja amistad. Desde nuestro primer encuentro supe que ella sería el alma de mi vida sentimental por todo el resto; no recuerdo muy bien pero creo que le anuncié casamiento de inmediato. Lo cierto es que vivimos durante varios meses una tórrida pasión que nos asombraba a nosotros mismos. Nos casamos tiempo después; nuestra boda fue hermosa para mí y para ella, pero también para varios invitados que nos hicieron saber. Desde entonces hacemos vida de pareja, nos complementamos, nos acompañamos en todas partes, pasamos juntos cerca de 16 horas cada día sin conocer el aburrimiento y en las ocho restantes dormimos tomados de las manos.

Se enfermarán los envidiosos y podrán infartar los resentidos pero les voy a contar, sin ninguna compasión por ellos, que Ada Lissi es una mujer excepcional, inteligente y bondadosa, cultivada en ciencias y artes, pensadora libre, disciplinada, coherente y con alta capacidad de amar. Había estudiado Medicina sin poder concluirla y también Derecho que acabó de la misma forma por causas de dificultades familiares; pero está visto que lo aprendido se hizo capital entre sus conocimientos. No me van a creer pero en menos de dos años ella me curó de tres enfermedades: alergia, apnea de sueño y úlcera estomacal.

Para combatir la alergia apartó de mi dieta todo alimento indebido y la aspirina, principal alergente, así como otras pastillas que habitualmente yo tomaba contra… cualquier molestia; y me curé; volví a consumir sin ulterioridades desagradables la piña, suculenta fruta de mi niñez y juventud de la cual fui obligado a privarme por más de 20 años; también disfruto de nuevo de la fresa (frutilla) que era mi favorita con crema chantillí, del chocolate y al fin de todos los alimentos sin limitaciones ni fronteras.

En cuanto a la apnea de sueño, fue más cautelosa; tenía sus sospechas pero no se animó a tanto, hasta que en medio de una consulta le preguntó a mi Médico Neumólogo si no ha considerado alguna vez que los somníferos, los miorrelajantes y antidepresivos pueden incidir  sobre el sueño de forma negativa y él le respondió que sí, que efectivamente inciden y que en mi caso podrían ser los desencadenantes de la apnea. Desde entonces ella quitó de mi camino todas esas patillas y en menos de seis meses comencé a dormir sin mi acostumbrado SIPAP, un aparato eléctrico que asegura la respiración durante toda la noche y humedece las vías respiratorias, pero es una máscara horrible que uno se calza solo porque sabe que es su salvavidas. Si alguna vez escuchan que una persona de estar sana amaneció muerta en su cama, imaginen que tuvo una horrible pesadilla que la tenía paralizada y le tenía cortada la respiración; esa es la apnea, una enfermedad que se origina en el cerebro, crea una feroz pesadilla, paraliza el cuerpo, impide la respiración y deja tiesa a la persona que no la enfrenta con todas las fuerzas de su mente hasta lograr despertarse. Yo abandoné el SIPAP; ahí lo tengo guardado para quien lo quiera ver.-

Pero lo más impresionante es cómo me curó de las úlceras gástricas y la gastritis crónica que padecía desde hace 30 años.   Cuando Ada Lissi llegó a mi vida yo sufría las incomodidades propias del enfermo del estómago; me mandaba hacer cada seis meses endoscopía digestiva alta con análisis laboratorial, porque me esperaba que después de una de esas pruebas me comunicaran que mis úlceras sangrantes ya se convirtieron en cáncer. Resulta que me consideraba heredero de esa enfermedad porque mi abuelo murió de enfermedades estomacales y mi padre tuvo que operarse del cáncer de estómago una vez y se negó para la segunda. Además de esa maldita herencia – le decía yo a mi amada Lissi – en este país no tenemos gastroenterólogos que sean buenos terapeutas; ya cambié varias veces de Médico; todos son muy buenos fotógrafos del estómago, las fotos que sacan son impresionantes, pero a la hora del tratamiento, nada. Fue entonces que ella me dijo: “es que para esa enfermedad no hay Médico; solo vos podés curarte a ti mismo”. Me reí de buenas ganas preguntándole – ¿quién es la persona que no quiere curarse y que si de él mismo dependiera no tardaría ni un minuto en curarse?  Ella respondió: “te vas a curar el día que dejes de agredir a tu estómago con café, picante, alcohol fuerte, carne de cerdo y otros agresores que desgarran las paredes del estómago. Eso no te puede controlar ningún Médico pero yo sí”. Algunos de eso vicios eran fuertes en mí, sobre todo el café, pero igual le dije: quiero esa dieta, controlame vos, te autorizo. Tiempo después me hice la última endoscopía digestiva alta y mi buen “fotógrafo” sorprendido, me dijo: “estás mejor que el año pasado; tus úlceras se están cerrando; te estás curando Tadeo; felicidades”.

Usted, amigo lector, puede creerme o no, pero yo no tengo motivos para mentirme a mí mismo. Ahora llevo una vida sana. Ada Lissi sostiene la teoría de que el cuerpo humano es una máquina de precisión impresionante y en perfecto equilibrio, razón por la cual se lo debe dejar funcionar en forma natural, sin alterarlo de ninguna manera, con ninguna pastilla ni con alimentos indebidos; y ese criterio es una de las grandes coincidencias que tengo con ella.

Ada Lissi es para mí casi una mujer orquesta. Es muy buena secretaria en mi buffet de Abogado, maneja la tecnología electrónica y el lenguaje forense con eficiencia; es buena cocinera en ausencia de Josefina, es muy atenta conductora de automóvil, fue mi gran jefa de campaña política cuando luchaba por el Senado, entusiasta viajera que me hizo llegar, sin escalas, a Itapúa poty y Alto vera de Itapúa y a Jasy kañy y Marakana de Kanindeju. Aparte de esas patriadas ella es mi permanente directora de imagen, estilista, pedicuro y manicurista. Eficiente administradora  de mis redes sociales y últimamente ha fundado conmigo el Movimiento Liberalismo Moderno    (MLM) interno del PLRA, y estamos para realizar muchas  patriadas más.

Pero no crean que todo es color de rosa. Ninguna persona humana es perfecta y Ada Lissi tiene su carácter, fuerte, firme, implacable, que a veces molesta, pero doy gracias a la justicia del universo por haberla encontrado. Alguna vez tenía que ser premiada mi perseverancia en esta larga búsqueda.

                                       Tadeo Zarratea

                           Asunción, 1 de julio de 2023


sábado, 2 de abril de 2022

UCRANIA

 

UCRANIA es una vieja nación organizada como Estado independiente a instancias de un poeta. La nación se hallaba ocupada por los rusos desde tiempos inmemoriales, pero la gente de pueblo se aferró a su lengua y a su cultura propias durante siglos y a pesar de toda la opresión. En el siglo IXX apareció un joven poeta de nombre TARAS CHEVCHENKO que se percató de que su pueblo no era ruso sino una nación diferente que se hallaba sojuzgada.-

 

Chevchenko empuñó  la lapicera para escribir poemas y más poemas cantando a la libertad, a las virtudes de la gente de su pueblo, y a las bondades de su cultura propia, alentando decididamente la liberación de la nación; nunca empuñó un arma de guerra pero es considerado prócer de la independencia de su país. La historia registra que le decía a su pueblo: “nosotros no somos rusos, somos otra gente, otra nación; ¿no se dan cuenta que tenemos nuestra lengua propia y que nuestra cultura es diferente? -

 

Su prédica pronto convenció a los jóvenes, a los intelectuales, a los militares y a gran parte del pueblo llano. Y así, entre todos, tomaron la determinación de comenzar la lucha por la liberación de Ucrania. Acabaron con la ocupación extranjera y proclamaron la independencia y la soberanía de Ucrania. Una vez logrado el objetivo Taras Chevchenko recibió de su pueblo el título póstumo de POETA DE LA LIBERTAD y es hoy un símbolo de la unidad nacional ucraniana. Posteriormente los rusos protagonizaron una mal llamada “revolución” y fiel a su irrefrenable vocación imperialista creó la Unión Soviética para fagocitar a más de 14 naciones de su entorno a las cuales  impuso un supuesto gobierno colectivo. Allí Ucrania volvió a ingresar a las ergástulas de Rusia, pero cuando se produjo la implosión de ese bloque, recuperó su independencia y soberanía.-

Pero veamos por qué Taras Chevchenko es una joya que pocas naciones tienen el privilegio de tener.  Aquí se lo contamos.-

Una vez, y de esto hace mucho tiempo, encontré en la plaza de armas de la ciudad de Encarnación un busto de mármol; era el de un hombre delgado y barbudo  en cuya base se leía. “Taras Chevchenko” y nada más. Intrigado por el hecho le pregunté a mi amigo y guía: ¿cómo es que vino a instalarse este busto aquí?  Y me contestó: “Tiempos atrás un Intendente de esta ciudad convocó a todas las colectividades culturales de Itapúa y les dijo: “Vivimos en un Departamento multicultural y por tanto tenemos el deber de cuidar nuestro relacionamiento para convivir en armonía. Nuestro deber primero es el de respetarnos entre todos. Respetar todas las culturas y que cada grupo cultural se sienta orgulloso de sus raíces. Aquí está la plaza, que es de todos nosotros, y en ella me gustaría que cada colectividad cultural instale el símbolo principal de su nacionalidad”.

Todos recibieron con beneplácito el ofrecimiento y prometieron traerlos; pero solo trajeron los ucranianos. Los rusos no lo pudieron porque, si bien todos eran víctimas directas o descendientes de víctimas de la revolución bolchevique, culpaban de la desgracia de Rusia a casi todos sus dirigentes de la época. Los alemanes tampoco porque se dividieron entres partidarios y enemigos del nazismo. Los polacos no supieron a quién poner, mientras los recién llegados japoneses,  dudaron si el Emperador Hirohito  merecía o no tal honor. Algunos lo culpaban de su extrañamiento tan lejos de su tierra.-

Pero los ucranianos dijeron: “tenemos al hombre símbolo de la unidad de Ucrania; el poeta que inspiró su independencia. A este hombre ningún ucraniano lo objeta”.- 

Esta anécdota me hizo pensar por primera vez en la posibilidad de que mi país sea ocupado por una potencia extranjera o gobernado por unos connacionales malditos y me vea obligado a emigrar sin destino; pensé en la posibilidad de llegar a una ciudad nunca imaginada que se denomina KIEV y que el Intendente Municipal me otorgue la posibilidad de instalar en su plaza central el símbolo de mi querido Paraguay, ¿qué pondría?  Pensé en López, pero no; es rechazado por muchos paraguayos; en Francia, peor aún; en Estigarribia, tampoco. Entonces me pregunté ¿quién es el patriota aceptado por todos los paraguayos? Enseguida me vino el nombre de EMILIANO R. FERNANDEZ, el poeta de la guerra y del amor; paraguayo intachable. Eso fue para mí un descubrimiento de mi interior profundo. Antes no lo sabía y ahora que lo sé quisiera llevarlo a Kiev con el fin de alentar a los gloriosos combatientes de tan heroica resistencia, a enjugar las lágrimas de las madres por la injusta y prematura muerte de sus hijos.  Quisiera que describa el espanto de ese pueblo avasallado por intereses mezquinos, pero por sobre todo quiero que  Emiliano condene la impávida actitud de la llamada “comunidad internacional”, indolente, hipócrita, que observa con cobardía abominable el criminal atropello de una nación pacífica en flagrante violación de todo el Derecho Internacional. Solo Emiliano le sabrá decir a la hiena de  Putin que un pueblo que es nación nunca muere porque no se lo puede matar. Ucrania Sobrevivirá como sobrevivió el Paraguay.-

                            Tadeo Zarratea

                Asunción, 9 de marzo de 2022 

viernes, 11 de septiembre de 2020

Recordando al Dr. Óscar Denis Sánchez

          Ahora que está en cautiverio, en manos de los fanáticos y violentos promotores de los pobres, me viene a la memoria un hecho vivido cerca del primer Gobernador de Concepción, Dr. Oscar Denis Sánchez, el que sustituyera al último Delegado de Gobierno de ese Departamento.

         Una de las primeras obras de su gobierno fue la construcción de un tanque elevado y un pozo profundo en uno de los barrios más pobres y carenciados de la ciudad de Concepción. Para inaugurarlos  fue invitado el Dr. Domingo Laíno, entonces líder del Partido, y este servidor que se hallaba en pleno ejercicio de la política, integró su comitiva.

         El acto comenzó con las informaciones técnicas del Ingeniero a cargo de las obras; luego pronunció su discurso político el Gobernador y cerró el evento el Dr. Laíno encomiando las obras por su gran significado. Concluida la ceremonia fuimos invitados a abordar la camioneta del Gobernador y luego de circular unos metros el Dr. Laíno lo felicita de nuevo, ya en privado, al Dr. Denis, diciéndole que él, como profesional de la Química sabe mejor que nadie la importancia del agua potable para la gente, porque según sostienen los entendidos en salud pública si el agua que se ingiere es de mala calidad, trae consigo muchas enfermedades. El Gobernador le agradece y le confirma que es así, razón por la cual se ha ocupado en proveer el agua potable a este barrio.

         Seguidamente le formula una pregunta:

- Antes de ahora ¿de dónde obtenían el agua estas 80 viviendas?  

- Se surtieron de este tajamar – le contesta – y señala con la mano una roja aguada dentro de la cual se encontraban tres caballos flacos aparentemente bebiendo o tal vez refrescándose.

- Bárbaro – fue la palabra del espanto, seguida de: “Es un crimen” y “Que sufrido es este heroico pueblo paraguayo”.

        De esta forma ha venido demostrando su solidaridad humana al pueblo de Concepción el Dr. Óscar Denis Sánchez.

                                              Tadeo Zarratea

lunes, 1 de junio de 2020

CRÓNICA DE MI ÚLTIMO VIAJE A ESPAÑA

Escribo esta crónica porque creo que el de enero de 2.020 fue mi último viaje a mi querida España.  Hallándome sin pareja y con la edad que tengo no creo que vuelva allá, salvo alguna circunstancia muy especial. Viajar solo ya representa para mí un riesgo. Esta vez tuve suerte; no tuve ningún percance porque me acompañó la buena salud.
         Mi estancia en Madrid.  Llegué a Madrid el 15 de enero del año 2.020, en viaje de vacaciones.  Fue la primera vez que me pagué el pasaje, porque las tres veces anteriores he ido como  invitado, con pasaje y hotel incluidos. También fue la primera vez que no me esperaba allá  ninguna actividad  cultural ni académica. Por tanto, podía disponer enteramente de mi tiempo.
Me alojé en una posada ubicada en Puerta del Sol; un lugar ya conocido por mí y donde me encuentro muy a gusto. A la casa de mi hija solo iba de visita a ver a mis nietos. El resto del tiempo lo empleaba en vagar por el microcentro. Visité los museos del Prado y de la Reina Sofía, la Real Academia, con el propósito de ver a mi amigo Rafael Rodríguez Marín y me dijeron que ya no trabaja allí porque se jubiló. Caminé por La Gran Vía, La Montera, Callao. Visité las fuentes de Cibeles y de Neptuno; comí a gusto mariscos y los jamones ibérico y serrano,  y lógicamente visité “La Casa del Libro” sobre Gran Vía, donde después de curiosear en la sección Lingüística me compré una agenda para anotar hechos y cosas para este Diario y me llevé la sorpresa de que no traía ningún dato escrito en castellano.        
Mi hija Laura. Mi única hija:  Laura de Anaï  Zarratea Herreros, su esposo  Diego Andrés Ocampos Gubler y sus hijos viven en Madrid desde hace más de 10 años. Ella es Médica Oftalmóloga y su esposo  Médico Otorrino Laringólogo. Es una pareja muy meritoria porque como migrantes que son, tuvieron que sortear muchas dificultades allí, a donde fueron sin más herramientas que sus respectivos títulos con el fin de realizar estudios de especialización a nivel de postgrado,  y se quedaron contratados ambos. Mis nietos españoles son: Sara de 7 años (en 2.020)        y Sebastián de 5 años; niños  encantadores, educados con mucho cariño por sus padres.  
  Fernando VII. En el Museo del Prado hay un cuadro de la familia del Rey Carlos IV en el cual aparece uno de sus hijos, un príncipe joven  que  luego reinó con el nombre de Fernando VII. Durante el reinado de éste Napoleón invadió y ocupó España, el Rey se exilió y los países de América aprovecharon para independizarse. Dicen que el cuadro fue pintado en el año 1.800, once años antes de nuestra independencia. Quería traer la réplica de ese cuadro pero no había en ese momento en el Prado.  Me interesa por la leyenda que da cuenta de una discusión entre el Dr. Francia y los militares realistas que le pidieron que ponga sobre la mesa los argumentos que tenía para revelarse contra el Rey de España, y Francia les dijo: “Estos son mis argumentos contra Fernando VII” y depositó su revólver sobre la mesa. Yo quiero tener en mi casa el retrato de ese joven que era el legítimo Rey de España  cuando se independizó el Paraguay. Quisiera tenerlo para decirle a mis amigos cuando se ponen altaneros: mirá, allí está el último Rey del Paraguay.
A conocer España. Soy guaraniólogo y como tal vengo luchando por más de 40 años por posicionar mejor a la lengua guaraní. La gente me considera muy radical, pero se equivocan. Yo sé que no soy guaraní sino paraguayo, tampoco soy español pero se que una de mis raíces está en España. Por eso, después de visitar tantas comunidades indígenas pertenecientes a la nación guaraní, de convivir con ellos, de trabajar en favor de ellos en  la defensa de sus  respectivos  hábitat y de sus territorios, de estudiar  su cosmogonía, su teogonía,  su religión y su modo de vida con el fin de  conocer mis raíces,  he tratado de conocer aquel otro país que guarda mi segunda raíz.  
Mi visita el Norte.  En mis anteriores viajes a España me llevaron a conocer el norte, sobre todo Euskadi (el país Vasco), cuna de mis ancestros “los Zarratea”.  En nuestro primer viaje con mi esposa Margarita Herreros, un amigo mío, el Lingüista Román  Berriozabal  Aspitarte  junto con su esposa  Mersche y con su propia camioneta, nos hizo recorrer en dos días todo el país vasco, ciudad tras ciudad. Luego volví allí en dos oportunidades más.
Visita al “Levante”.  Una década después, ya con mi segunda esposa, Perla Zelaya Burgos, nos llevaron a Barcelona por  una semana para unas jornadas de lingüística y situación de lenguas minorizadas. Allí conocí gran parte de lo que ellos llaman “el levante español” que no es otra cosa que “el Este”.
Visita al Oeste. Años después el Poder Judicial me envió becado por un mes a La Coruña, Galicia, a realizar un curso de Derecho Social, que así lo denominan allí al Derecho Laboral. Entonces conocí Pontevedra, Vigo, Lugo, Ferrol,  Finisterre, otras ciudades gallegas y su capital Santiago de Compostela. En esa oportunidad conocí el Oeste de España. Ese viaje también aproveché para conocer en dos fines de semana Lisboa, Coimbra, Porto, Fátima y otras ciudades de Portugal.
Pero me faltaba conocer el sur, y quería conocerlo porque me decían que allí estaba la España profunda, la “verdadera” España; y era verdad. Comprobé en este viaje que quienes tienen mayor identidad española y apego a España son los andaluces. Ellos no son como los vascos ni como los gallegos ni como los catalanes que al tiempo de ser españoles  reivindican otras nacionalidades, y lo  hacen con razón, porque tienen sus lenguas, sus culturas propias y sus historias; pero eso no ocurre con estos  "Andaluces de relámpagos // nacidos entre guitarras // y templados en los yunques // torrenciales de las lágrimas",; como los describiera mi poeta preferido don Miguel  Hernández. Ahora tengo la satisfacción de haber conocido toda la Andalucía.
Mi viaje al sur. A tal efecto le pedí a mi hija que escogiera de entre las ofertas turísticas un  periplo que abarcara todo el sur y que contratara los servicios de una empresa de turismo. Así lo hizo ella. Encontró una muy buena opción para lo que yo quería. En la víspera de mi viaje vine a dormir en casa de mi hija y en la madrugada tomé el metro, el Nº 3, amarillo, en la estación Legaspi rumbo a La Moncloa y en 25 minutos ya me bajé en la estación Ventura Rodríguez; desde allí caminé con mis valijas hasta las oficinas de la Agencia, en las calles  Ferraz y Evaristo San Miguel. Era el 20 de enero de 2.020 a las 6,30 de la mañana. Allí encontré a una pareja joven de chinos. La comunicación fue difícil por el hecho de que yo no hablo inglés. Luego llegó una pareja de árabes adultos con quienes era más difícil todavía entendernos. Los chinos eran de Hong Kong y los árabes de Kuwait. El chofer me ubicó a su lado, oficié de copiloto y puso a las dos parejas detrás de nosotros. Solo nosotros hablábamos castellano, pero el chofer hablaba en inglés con los otros pasajeros.
Salimos para Córdoba. Ese día 20 de enero del 2.020 al medio día llegamos a Córdoba. Antes de llegar me impresionaron dos cosas: pasar por cerca de Jaen y recodar los versos de Miguel Hernández: “Jaén: yérguete brava /sobre tus piedras lunares. No vayas a ser esclava/ con todos tus olivares” (amados versos de mi juventud). Luego me impresionó el paso sobre el río Guadalquivir, obligándome a recordar a Federico. Luego lo vi mejor en Sevilla, cerca ya de su desembocadura. Un río hermoso. Lo primero que me mostraron fue el “Puente Romano”, construido por el Emperador Romano Claudio Marcelo sobre el Guadalquivir. Me cuentan que Córdoba fue fundada en el año 169 antes de Cristo. Fue una ciudad fenicia, luego tomada por los romanos, luego por castellanos, luego por los árabes, y finalmente por los españoles.
         La atracción principal de Córdoba es su gran Mezquita Árabe (valga la tautología). Un templo impresionante por lo grande y lo hermoso. Su interior debe tener más de 10.000 metros cuadrados; (más de una hectárea). Tiene actualmente 800 columnas, toditas ornamentadas en forma diferente,  y dicen que tuvo más de mil, pero una parte fue derrumbada. Dentro de la misma los cristianos construyeron una iglesia catedral, grande y hermosa también pero por lejos de menor nivel arquitectónico, escultórico, y ornamental. Las molduras y los decorados de la Mezquita son preciosos. Es la edificación más impresionante que he visto hasta entonces. Se la llama LA MEZQUITA- CATEDRAL. Tiene dos altares mayores: uno musulmán y otro católico. Luego varios  otros altares.
Comentario aparte se merece el salón del coro. Tiene como 200 asientos para músicos y coristas, todos de una madera negruzca que se llama ébano y dicen que fueron llevadas de Cuba. Cada asiento está primorosamente tallado y dedicado a un santo, con la efigie tallada del mismo. Yo me salí pensando: ¡ lo que pueden hacer las religiones !. ¡ Qué impresionante poder tienen las iglesias!.
         No lejos de la Mezquita-Catedral se encuentra EL ALCAZAR. Esta palabra significa palacio y al parecer es palabra árabe. Lo cierto es que es un enorme palacio construido con piedras amarillentas cortadas en grandes bloques. Una fortaleza  que siempre ofició de palacio real y para todo tipo de Reino, según dicen.  Cuentan que allí se reunió por primera vez Cristobal Colón con los Reyes Católicos. Nuestro Guía de turista en Córdoba fue muy eficiente.-
         Salimos para Sevilla. Bien entrada la tarde del mismo día 20 salimos para Sevilla, a donde llegamos ya al anochecer. Nos hospedaron en el Hotels NH de la vía Pol y Balbino Marrón. Esa noche descansamos y al otro día bien de mañana salimos con una Guía de Turista a recorrer la ciudad. Una ciudad más que hermosa, exquisita, por la riqueza y belleza de sus edificios, amarillos en su mayoría por la que la llamo “la ciudad amarilla”. Allí se mezclan lo clásico con lo moderno, las arquitecturas de todas las culturas que pasaron por ella, las esculturas de todas las épocas y edades, las casas más bonitas que he visto en mi vida. Una ciudad aireada, limpia, espaciosa, en la cual todo se ha hecho con arte y buen gusto. Allí, el río Guadalquivir atraviesa la ciudad como a un kilómetro antes de su desembocadura en el mar. Un río hermoso y dicen que de comportamiento muy regular. No se ven huellas de inundaciones. Allí está la torre de oro, en su rivera  derecha, la llaman así porque como un tiempo ofició de Aduana, se cree que por allí pasó todo el oro llevado de América. Esta ciudad era entonces la capital económica y comercial de España. Allí estaba la famosa “Casa de Contratación de Sevilla” y el “Archivo General de Indias” que me cupo visitar.
         Sevilla registra la misma historia que Córdova; fue fenicia, romana, cristina, árabe, judía, y hoy y por ahora, católica de nuevo. Los árabes fueron expulsados de allí en el año 1.248, pero su vecina, Granada, resistió dos siglos más y cayó en manos de la España Católica en el año 1.400. Fue el último bastión árabe en la península.
Cuentan que casi todos los insumos y equipajes de Colón fueron adquiridos en esta ciudad de Sevilla y aquí fue firmada la famosa “Capitulación” ( un contrato formal y solemne)  con los Reyes Católicos para el arriesgado y desafiante viaje de Cristobal Colón.
         En la mañana del 21 de enero visité el Archivo General de Indias, pero no encontré ningún documento histórico. La casa fue vaciada temporalmente  para instalarse  allí una gran exposición de fotografías, objetos, herramientas varias y otros adminículos usados por Hernando de Magallanes y sus hombres en su expedición alrededor del mundo. Obtuve muchas fotos. Las verán.  Magallanes y los miembros de su tripulación fueron unos hombres valientes y temerarios que salieron a buscar una ruta alternativa hacia el oriente porque  España necesitaba una ruta distinta de la de Portugal. Además Italia había monopolizado la tenencia de “las especias” y elevado los precios a las nubes. España no tenía nada con que condimentar sus alimentos y la comida era muy desabrida. Fue una búsqueda desesperada la realizada por Magallanes y completada por su lugarteniente  Sebastián Elcano, luego de la absurda muerte de Hernando de Magallanes en Las Molucas.
         En Sevilla tampoco pude ingresar al Alcázar o Palacio Real por falta de tiempo; la fila era muy larga. Cuentan que cuando los reyes de España vienen a Sevilla, moran allí hasta ahora.
         En el centro de Sevilla hay una suerte de barrio  en el cual cada país sudamericano, menos el Paraguay, tiene una casa; por lo general un pequeño castillo. Dicen que todas fueron construidas para una gran exposición comercial realizada allí en el año 1929, para la presentación de todo tipo de  productos. Actualmente casi todas esas casas se hallan alquiladas a Universidades, menos la casa de Colombia, que la usa como consulado. Evidentemente don Eligio Ayala prefirió invertir en armamentos para la defensa del Chaco antes que construir una casa paraguaya en Sevilla en aquel crítico año de 1929.
         El edificio más impresionante de Sevilla es el llamado PLAZA DE ESPAÑA. Tendría unos 500 metros de largo por 50 de ancho, construida para la gran exposición del año 1.929, en semicírculo, alrededor de una gran plaza central. La arquitectura es esplendorosa  y los materiales exquisitos: piedras de todo tipo y gamas, cerámicas de distintos orígenes, maderas de toda clase, hierros  artísticamente  forjados, mármoles de todos los colores,  alabastros y otros más. Cuentan que este edificio, de una sola planta, fue concebida y construida por un Arquitecto Sevillano de apellido González; y no recuerdan más. Hoy día cumple diversas funciones. Es alquilada por partes a Centros Culturales, artísticos, turísticos, etc.
 No pude ingresar a su catedral de Sevilla pero la vi desde afuera, desde atrás, donde resplandece la arquitectura árabe.
         Me llevaron al barrio judío, presumiblemente la parte más antigua de la ciudad; tiene callejuelas de tres metros de ancho pero suntuosas casas apiñadas, dicen que fue para la autodefensa entre vecinos, Las construcciones son evidentemente posteriores al medioevo.
Nuestra Guía de turismo se despidió de nosotros en Plaza de España. Entonces contraté una carroza tirada a caballo para recorrer otras partes no turísticas  de la ciudad y una enorme plaza denominada “María Luisa”, dicen que en homenaje a una infanta que promovió su creación.
En otra plaza me encontré con el monumento al poeta Gustavo Adolfo Becker, poeta romántico de mi juventud  (ver fotos) No me pudieron llevar hasta la glorieta y calle que recuerda a don Antonio Machado, hecho que lamento, pero lo tuve cerca en mis recuerdos, musitando en mi interior sus famosos versos: “Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla // De un huerto claro donde madura el limonero // Mi juventud, 20 años en tierras de Castilla // Mi historia, algunas cosas que recordar no quiero”. Pero días después me tomé el desquite, cuando visité Alcalá de Henares y  caminé varias cuadras por la “calle Antonio Machado”.  
Sevilla tiene hoy más de diez puentes sobre el Guadalquivir, un río que allí tendría como 300 metros de ancho, y es muy hermoso. La tierra es arcillosa, amarilla, y la ciudad bastante húmeda. Se halla intensamente arborizada. Hay árboles nativos y exóticos por doquier y  de todas las edades.  Los patios interiores de los palacios y las casas de vecinos se hallan con todo tipo de árboles frutales. Me impresionó la gran cantidad de “apepú” en tiempo de maduración y me acordé de mi Asunción de azahares. Resulta que cuando llegué de Yuty en 1963, las calles Yegros, Caballero, Iturbe, Independencia, etc. estaban llenas de apepú,  desde el río hasta la calle  Tte. Fariña, con sus fragantes azahares. Luego a esas plantas, descuidadas, les tomaron una telaraña amarilla y se fueron secando. Eran  hermosas y cantadas por los poetas de entonces. Sabido es que el coco y el apepú son los árboles que más resisten al calor de las ciudades; se ve que Asunción tuvo, en algún tiempo, Intendentes  inteligentes. Hoy, los pocos árboles que quedan se encuentran sin “médicos”,  a la de Dios. Y si queremos arborizarla de nuevo, tendremos que hacerla  los vecinos, en cada barrio, sin comunicar a las autoridades comunales, porque pueden impedirnos.
         No cabe dudas de que los paraguayos necesitamos viajar mucho más y observar las cosas, conocer otras realidades. Solo de esa forma podríamos superar la idea de que nuestro país es un paraíso, idea que engendró en nuestras mentes el dictador Stroessner para su propio provecho. Tenemos que salir para comprobar que somos uno de los países menos desarrollados, más primitivos y desordenados de América.
Concluyendo digo: si me dieran la opción de escoger una ciudad española para vivir, escogería sin lugar a dudas, Sevilla, por  su clima, su gente, su belleza natural y arquitectónica.  Y si Dios me diera a escoger entre  el cielo o Sevilla, me bajaría de nuevo a Sevilla. 
Llegamos a Granada. El 22 de enero del 2.020 salimos de Sevilla a las 8.00 y llegamos a Granada a las 11.00. Nos instalamos en el hotel Abades-Nevada Palace de 4 estrellas, sobre la calle De la Sultana 3 y de inmediato nos vestimos para salir. Nos llevaron a ver LA ALAMBRA DE GRANADA, una de las más grandes maravillas de la arquitectura universal. Me explicaron pero no recuerdo por qué se llama La Alambra. Lo cierto que es un palacio árabe impresionante. Un despliegue de arte arquitectónico y escultórico indescriptible. Estando allí uno cree que puede traer todo en fotos o videos para que los seres queridos la compartan, pero eso no es posible. Solo el ojo humano puede abarcar todo y admirar como corresponde. Recorrerlo lleva como 2 horas. Son innumerables habitaciones y jardines intermedios, monumentos, esculturas, pinturas, tapices, etc. Fue el palacio del Kalifa o Sultán. La Guía no nos supo decir quién fue, cuál fue el nombre del último rey árabe que resistió al asedio durante tanto tiempo allí y finalmente fue vencido y expulsado de España. Los españoles ocultan exprofeso esos datos. No cuentan la historia completa ni con fidelidad. Lo mismo me hicieron en Segovia, en mi viaje anterior, cuando pregunté del nombre del Kalifa árabe que construyó ese castillo tan hermoso. Me dijo el guía que no recordaba. La obediencia del español a la iglesia católica raya la estupidez.
La Alambra se halla construida en la parte media de una montaña, entre la cumbre y el valle. Tiene una fuente de agua potable  permanente que baja de la cumbre y la Alambra y el Generalife aprovechan de todas las formas. El excedente dejan que baje al valle, donde está el centro de la ciudad de Granada.
El generalife .Terminada la visita al palacio se pasa al generalife, que así  se llama la casa de verano del Sultán. Allí se encuentran menos construcciones, menos superficies cubiertas, más amplitud, más espacios libres, pero muchos, muchísimos y bellísimos jardines. Jardines maravillosos hoy, cinco siglos después de haberse ido de allí el “propietario”. Cuentan que los jefes árabes exigían  que sus casas de descanso tengan tres clases de  bellezas; la visual, que se expresa con los colores y la armonía en la disposición de los elementos materiales;  la olfativa que se manifiesta con la fragancia y la auditiva que se disfruta   por medio de los sonidos.  Con las flores y las esculturas se producen las bellezas visuales. Allí hay flores durante todo el año, mientras las pequeñas cascadas de agua,  liberadas a través de caños de diversos calibres y desde diversas alturas, producen todo tipo de sonidos que parecen una orquesta. El Generalife es un verdadero edén aquí en la tierra. Los religiosos deberían conocer para imaginar el cielo a donde irán a vivir la vida eterna.
Para uno explicarse cómo Granada pudo resistir dos siglos más que las demás ciudades del entorno, habría que  ver su  ubicación, su topografía y la cantidad, la calidad y la forma estratégica de emplazamiento de sus armamentos. De ninguna amanera sería fácil conquistar esa fortaleza.  Cuentan que apenas conquistada La Alambra, los cristianos destruyeron la Mezquita (catedral árabe) que se encontraba dentro de la fortaleza y construyeron en su lugar la catedral católica; una obra que desentona totalmente con la belleza arquitectónica  del resto y es artísticamente mucho más pobre . También dentro de la fortaleza se encuentra un palacio cristiano inconcluso. Dicen que el Rey Carlos V, nieto de los Reyes Católicos Fernando e Isabel e hijo de Juana la Loca y Felipe el Hermoso,  contrajo matrimonio en Sevilla y se fue a pasar su luna de miel en Granada. Allí mismo ordenó la construcción de un palacio para uso de la familia real dentro de la fortaleza, pero terminó su reinado sin concluirse la obra y  nadie la concluyó hasta hoy.
Es pertinente recordar que La Alambra fue abandonada por cerca de 200 años por los españoles luego de su conquista. Se cree que en algún tiempo la iglesia habría prohibido la visita por tratarse de “una ex cueva de infieles”. Fue cubierta por la maleza, pero lo redescubrió un escritor yankee llamado Washintong Irving que quedó a vivir allí un tiempo y escribió su libro: “Cuentos de la Alambra”, en el año 1.829, cuentos de historias fantásticas que allí se tejen, como aquel que narra el degüello de los 12 mejores generales del Sultán porque nadie quiso confesar que se acostó con la Sultana.  Las testigos vieron el acto pero no pudieron identificar al varón. Entonces el Sultán, personalmente,  procedió al degüello de todos, y yo estuve en el salón donde  supuestamente se produjo aquel episodio.
Nótese que el redescubrimiento de La Alambra se parce un tanto al descubrimiento del Machu Pichu.  Además, ambos son hoy día tesoros culturales de la humanidad  que  el turismo explota y reditúa miles de millones diariamente a sus propietarios. Claro que para ello intervino la UNESCO, la Unión Europea y ahora el turismo chino que, dicho sea de paso, está salvando a Europa porque más del 80 % de los turistas son chinos; los nuevos ricos del mundo.
Un nuevo invento.  En Granada conocí y usé por primera vez el water/ inodoro que trae incorporado el bidet. Cuando usted  lea esta anécdota el hecho ya no será novedad. Terminada la gestión uno oprime un botón y de la parte posterior del artefacto sale un caño de goma con agujeros bien dispuestos y de la misma sale el chorro de  agua que le lava el ano al usuario. No me gustó. No lo cambio por el bidet tradicional que hasta la fecha no es superado. Actualmente, en todo el primer mundo se utiliza para el efecto la duchita parecida al auricular de un teléfono antiguo,  pero ese artefacto le obliga a uno a mojarse las manos, en cambio el bidet tradicional, que hace brotar el agua desde abajo, en forma directa, no, salvo circunstancias especiales. Por tanto, no lo cambio por ninguno de los dos más modernos.   
En suma, esta es la “Granada/ tierra ensangrentada/ en tardes de toros” que me cupo conocer.
Visitamos Valencia. En la tarde del 23 de enero llegamos a Valencia  Nos instalaron en el hotel y nos dejaron libres. Esta ciudad no pude conocer ni disfrutar de ella por falta de Guía de Turista. Fue la única ciudad en la cual no tuvimos ese servicio. Entonces yo salí, fui a la plaza de donde salen los buses del city tour, abordé uno que tampoco tenía Guía, me proveyeron el auricular que de alguna manera sustituye al Guía, pero el castellano español y más todavía el valenciano es tan enredado que poco se entiende. Además ya era tarde y llegó el frío. En suma fue un fracaso. El turismo cultural sin guía, no es tal. La última vez fracasé en el Museo del Prado por no querer pagar. Estaba muy solo y me resultaba ya oneroso. Esperé un rato para formar grupo y compartir pero nadie apareció
Solo puedo decir que Valencia es una ciudad con edificios muy clásicos que tienen por vecinos a edificios retequemodernos; especialmente el Palacio de las Artes. Aquí se amortiguan  mucho los vestigios de la cultura árabe, pareciera que Valencia fue siempre romana o española.
Llegamos a Barcelona.  Llegué a la bella Barcelona por cuarta vez el 24 de enero de 2.020, procedente de Valencia. Nos alojaron en un coqueto hotel de nombre Catalonia 5 o  algo así. En verdad  dejé de anotar muchas cosas porque para mí, Barcelona es una ciudad conocida y muy amada. A la mañana siguiente nuestra Guía de Turismo nos llevó a los sitios clásicos: la rambla, la avenida Delicias, la Pedrera, casa Batlló de Gaudí en  la manzana de la discordia, el templo de la sagrada familia, el Mont Jui, el puerto, la Barceloneta, la plaza Cataluña, etc. No obstante tenerlo ya conocido casi todo ello, conocí sitios nuevos, plazas nuevas, el palacio de la Generalitat y otros sitios..
Barcelona y Gaudí. La estrella del turismo barcelonés es el Arquitecto Antoni Gaudí. Una personalidad singular que vivió hace cerca de 300 años y compitió profesionalmente con varios colegas, especialmente con dos Arquitectos muy prestigiosos de la época. Aquellos eran  profesionales muy competentes y creativos, pero Gaudí, además de eso, era  un artista puro, un genio, y  como tal, incomprendido  en su tiempo. Detestaba las líneas rectas alegando que la naturaleza no produce líneas rectas y que la arquitectura más allá de su utilitarismo, es un arte y como tal debe seguir a la naturaleza.
La Sagrada Familia.  Su obra magna es la iglesia de la Sagrada Familia, un templo de tres frontis, con una escena distinta en cada frente. Creo conocer casi todas las obras de Gaudí y lo admiro mucho. Aparte de las ya nombradas conozco también el Parque Güell, que lo visité en mi viaje anterior; incluso conozco una obra de quien fuera su maestro, un templo que es tenido como obra precursora de las de Gaudí.
Solo una vez ingresé al interior de la Sagrada Familia y vi las columnas que la sostienen, semejantes a  frondosos árboles. Según la historia, Gaudí no era pobre pero vivió como tal; llevó una vida muy austera y antes que dedicarse a ganar dinero con su profesión, la puso al servicio de la gente y de Dios, evidentemente era religioso y devoto, porque sin apoyo del Estado ni del Ayuntamiento ni de la jerarquía eclesiástica, construyó el templo de la Sagrada Familia, que dicho sea de paso hasta hoy se halla inconclusa y sigue su construcción con fidelidad a los planos de Gaudí.  El dinero necesario fue recaudado por un grupo de ancianitas, viudas y devotas, que recorrían habitualmente la ciudad pidiendo limosna para que la obra del Maestro no parara, y nunca paró hasta su muerte. Dios proveyó.
Pero en una fría noche, el Arquitecto bien enfundado venía caminando hacia su obra, en donde siempre fijaba domicilio,  cuando fue embestido y arrastrado por un tranvía tirado a mulas. El cochero lo abandonó allí pensando que se trataba de uno de esos borrachines (linyeras). A la mañana siguiente la policía levantó el cadáver y los Médicos dieron la sorpresa: era Gaudí.
En una de las alas de La Sagrada Familia se reconstruyó la precaria construcción que Gaudí usaba como vivienda. Cuando construyó el parque Güell su vivienda era un chalet porque  los señores Güell eran miembros de la nobleza catalana. Bueno, aquí, en su última vivienda yo vi un bulto colgado de un clavo de madera incrustado en un solero, como se usa en los ranchos campesinos paraguayos, y pregunté: ¿eso qué es? Y el Guía me contestó: “es la cena de Gaudí; allí le dejó su nana”. Era un plato con comida, tapado con otro plato  y envuelto en un paño negro  de un metro cuadrado, atada una punta con  la punta contraria y las otras dos también, atadas en cruz y colgada del clavo de madera. Es el episodio que más me sobrecogió en aquella visita.
La contribución económica del artista. Siempre tomo como ejemplo el caso de Gaudí para señalar la importancia del arte y del artista. Por lo general se lo tiene al artista como “gente rara” y “poco productiva económicamente”. El caso es que el artista tarda en hacerse reconocer porque está adelantado a su tiempo. Y no sería extraño que gane más dinero después de muerto que en vida. Por ejemplo, Gaudí gana actualmente más de un millón de euros por día, porque son diariamente más del millón los turistas que pagan un euro para ver el interior de la Sagrada Familia. Como ya no tiene herederos, ese dinero se  lleva el Ayuntamiento  o tal vez el Gobierno de la Comunidad de Cataluña: La Generalitat.  Pero cualquiera  que sea  el caso, las instituciones públicas nunca apoyaron a Gaudí.
Un encuentro casual entre paraguayos. Volviendo a la crónica de mi última visita a Barcelona, esa tardecita cenamos con dos amigas ocasionales, docentes uruguayas, interesadas como yo en la cultura catalana, en la rambla de Barcelona, en medio de la avenida, sobre el part-terre, donde se instalan las casillas que ofrecen comidas ligeras. Conversábamos en el momento de mirar la carta de platos para elegir cuando la moza, una bella morena y señora muy distinguida, me pregunta: disculpe señor, pero de dónde es usted que me tiene un acento tan familiar. Del Paraguay – le dije- y por si no conociera mi país, agregué: de allá, de América. Añetépiko. Ajeve nipo ra’e – me contesta-. Ambos nos emocionamos tanto que las uruguayas quedaron desconcertadas. Solo las personas que han vivido situaciones semejantes pueden imaginar la emoción y la alegría que casusa este tipo de encuentros. Yo me quedé pensando:  ¡ Cuánto   nos amamos los paraguayos!   ¡ Qué fuerte es nuestra identidad cultural y nuestra solidaridad!
Un encuentro de amigos.  Al día siguiente vagamos de nuevo por la ciudad y a la tardecita vino a buscarme mi amigo Jordi Millán, un  catalán que es mi pariente político y amigo mío como militante en la lucha por la autonomía, lengua y la cultura de nuestros pueblos. Él ya había estado en el Paraguay y conoce bastante de nuestra cultura; y con todos sus defectos, ama al Paraguay y sobre todo a la paraguaya.  Pero estábamos solos y entonces Jordi invitó a la Dra. Patricia Martínez, Médica paraguaya  residente y ejerciendo en Barcelona, colega y amiga de mi hija Laura y vecina mía en Asunción. Ella vino con su novio y entre los 4 nos fuimos a la Universidad de Jordi,  en cuyo restaurant nos servimos las comidas más exquisitas y degustamos los mejores vinos catalanes. Fue una noche memorable.
Una parada en Zaragoza. A la mañana siguiente, el domingo 26 de enero del 2.020, nuestra comitiva sale de Barcelona con destino a Madrid. Antes debo destacar que si este circuito resultó maravilloso para nosotros, gran parte se debe al nuestro chofer y guía, Eduardo González, madrileño legítimo y gran persona, atento, servicial, respetuoso y siempre dispuesto a hacer su trabajo de la mejor manera posible ¡Qué gran persona!
De regreso a Madrid paramos por dos horas en la ciudad de Zaragoza. Como era poco lo que uno puede ver en tan poco tiempo, yo me dirigí directamente a la iglesia catedral con el fin de tomar fotografías, porque vi que era imponente y porque tenía una leve sospecha. ¿Será esta la de la Virgen del Pilar?  Nada más que entrar me topeté con un letrero que decía algo así como “Colabore con las obras de la Virgen del Pilar”, y eso me dejó tieso. Efectivamente se confirmó mi sospecha.
Las crónicas del Padre Parras.  Sucede que en mi juventud leí un libro de viajes escrito por  Fray Pedro José de Parras, titulado: DIARIO Y DERROTERO DE SUS VIAJES, escrito entre 1.740 y 1753.
Me lo habían regalado incluso el libro  debido al gran interés que puse en el por contener la más antigua noticia sobre mi pueblo natal: Yuty. El padre Parras fue comisionado  como “Visitador”, auditor decimos ahora, para investigar, examinar y evaluar las obras de la Congregación Franciscana en el Río de la Plata, Córdoba del Tucumán  y  Paraguay. Pero él narra los episodios de su viaje incluyendo lo vivido en la misma España más su travesía marítima, y da noticias de muchísimas cuestiones  útiles. Era natural de la región de Zaragoza y oficiaba de cura párroco en un pueblito cercano a su tierra natal. Allí recibió la carta de invitación de una alta personalidad eclesiástica, gestor de los servicios misionales de la iglesia en América y la tomó como “un llamado del Señor”. Luego de más aclaraciones,  aceptó la misión y se hizo autorizar por el superior jerárquico, pero como le faltaba aún el permiso del Obispo Diocesano con sede en Zaragoza, fue para la gran ciudad, alquiló una posada,  a tempranas horas fue a escuchar misa y luego a solicitar la entrevista. El Obispo lo recibió, lo autorizó y le dio muchas recomendaciones y bendiciones en razón de que tenía que realizar un viaje muy arriesgado. “Lugo de descansar la siesta – dice el padre Parras – volví a la catedral, me puse de hinojos y permanecí de rodillas durante tres horas frente a la imagen de la Virgen del Pilar; me encomendé a ella, la nombré madrina de mi viaje y me despedí”.
Esta anécdota me había impresionado vivamente, sobre todo porque tantas situaciones  tuvo que sortear el cura para salvar su vida y volver a su país sano y salvo; aquello fue casi un milagro. Desde entonces, a pesar de ser un hombre de poca fe, desgraciadamente, respeto puntillosamente la fe religiosa de las personas. Creo que al Padre Parras lo salvó su madrina, la Virgen del Pilar, de todos los peligros que ha corrido y sorteados exitosamente.
De Villeta a Juty.  En aquel viaje  fray José de Parras desembarcó en Villeta. Allí lo esperaban sus hermanos de religión que lo llevaron a galope de caballo hasta la Reducción de Itá. Una semana después fue a pernoctar en la estancia de los jesuitas, en Paraguarí; de allí, siempre a caballo llegó en un día y al galope por miedo a los indígenas, a Ka’asapá.  Allí realizó su trabajo durante una semana y luego, siempre   a  galope  de buen caballo llegó en un día a la “Reducción de Yuty”. Era el año de 1.750. Cruzó el río Pirapó en una pelota tirada por cuatro indios que nadaban  llevando  las cuerdas sujetas con los dientes. Una pelota  es un  cuero de buey bien secado y unidas con tientos sus cuatro puntas. Allí se sienta el pasajero con todos sus bártulos y los hombres  hacen  navegar el cuero siguiendo un tanto la corriente impetuosa del río hasta encostarlo en la otra orilla. Así llegó a Yuty este benemérito varón. En este  punto describe todos  los aspectos de mi pueblo, y es la más antigua documentación confiable que existe sobre Yuty.
Por si no la tengan todavía  imaginada les digo que la emoción que me embargó en Zaragoza fue porque yo estaba parado en el mismo sitio donde estaba de rodillas el Padre Parras casi tres siglos atrás, un hombre que tuvo la temeridad de llegar en aquel tiempo a Yuty, y allí estaba ahora un Yutyense , admirador de su temeridad y coraje, pero sobre todo de  su fe,   de esa fe que le sirvió tanto y de tantas formas, porque sin esa fe no pudo haber realizado ni la mitad de lo realizado en medio de tantas precariedades.
 Para más y como si fuera poco, en esa catedral encontré la bandera paraguaya hincada en una de sus columnas y entrelazada con varias  banderas de otros países. Allí están las fotos que las tomé. Por último, me emocionó ver de nuevo el río Ebro, tan grande ya en Zaragoza, no como lo había visto en el país vasco, donde nace. El Ebro es uno de los ríos más largos y más bellos de España.
Llegamos de vuelta a Madrid. En pocas horas llegamos de vuelta a Madrid y como a todos mis compañeros lo esperaban en las oficinas de la Agencia de Turismo, los bajamos allí y Eduardo  gastó conmigo su última gentileza: me llevó hasta la casa de mi hija.
Una familia amiga. En los días siguientes tomé contacto con una pareja amiga con la cual nos tenemos  grande y recíproco aprecio. Mi paisano el vasco Iñaki Uriarte y su esposa, mi compatriota María Gloria González, natural de Pirivevúi. Nos habíamos conocido aquí en el Paraguay hace algunos años y ahora los reencontré en Madrid ya con dos hijos: Idoia y Aitor, niños muy cariñosos y maravillosamente educados; ellos mismos me tomaron como “abuelo” y cuando Iñaki quiso oponerse yo le dije: no, no, déjalos; ellos me eligen porque lo necesitan y desde ahora son mis nietos de corazón. Salimos a cenar y beber, me llevaron a conocer la casa recién comprada. Lo pasamos de maravilla. Fue un gustazo.
Mi visita a Alcalá de Henares. Una tarde en que mi agenda quedó en blanco fui a la estación de Atocha, abordé un tren de cercanías y fui a Alcalá de Henares, el pueblo natal de don Miguel de Cervantes y Saavedra. Antes ya estuve allí durante dos días y dos noches acompañando a mi querido amigo y entonces Ministro Secretario de Políticas Lingüísticas del Paraguay Dr. Carlos Villagra Marsal, su señora esposa Ana María Carrón y el Lic.   Domingo Aguilera. Fuimos en misión oficial con motivo de la celebración de un aniversario más de  la primera edición de don Quijote. Recuerdo que el Dr. Villagra Marsal  pronunció una conferencia sobre la vida y obras de Cervantes que dejó con la boca abierta a los propios españoles. Alguna vez voy a escribir las crónicas de esa visita a Alcalá.
Esta vez protagonicé lo que yo llamo “el turismo tonto”. Fui solo, como turista anónimo y sin guía. Era domingo. La ciudad estaba silenciosa, con escaso tráfico; disfruté de la plaza de Cervantes y de todo el microcentro. Volví a ver los restaurantes ya conocidos y elegí el mejor para comer el mejor pescado de mar con el mejor vino español. Esos son los momentos en que yo siento compasión por los ricos de mi país que tienen mucho dinero pero cultura de pobre, yo en cambio, no tengo dinero pero vivo la vida con emoción, sin preocupaciones, con alegría y exquisitez.
De casualidad encontré la calle denominada Antonio Machado y la recorrí por un buen trecho, emocionado.  Me parecía escuchar sus palabras en defensa de la dignidad del escritor, y de todo artista,  diciendo a sus compatriotas y a sus coetáneos:   “Al fin, nada os debo // debeisme cuanto he escrito // A mi trabajo acudo // con mi dinero pago  // la ropa que me viste // y la mansión que habito  // el pan que me alimenta // y el lecho donde yago”.
         Mi regreso.  El 30 de enero del 2.020 llegué de regreso a Asunción y ocho días después el Coronavirus Covid-19 entró a España como un caballo a la cancha y azotó primeramente a Madrid. Cuando recibí la información de que fueron cerrados los colegios de mis nietos quise rescatar a la familia mientras dure la epidemia, pero sus padres no quisieron salir, ya sabían que el maldito virus recorrerá el mundo entero y  no quedará en la tierra ningún rincón donde esconderse; entonces prefirieron enfrentar el peligro en su casa. Días después  ya   se puso  el cerco para los trabajadores de la salud y luego se extendió para todos. Tuve que sacar fuerzas de flaquezas y le escribí a mi hija el siguiente texto: “Cuando eras niña te contaba “quentitos” para dormir. Ahora te cuento una historia para darte fuerzas. Cuando la guerra civil española se alistaron 7 jóvenes paraguayos y fueron a luchar por la República. Cuando cayó en batalla el primero, el poeta hispano-paraguayo Vicente Lamas le dedicó estos versos: “José Aparicio Gutiérrez// Miliciano guaraní // Miliciano de la raza// Has saldado tú  la deuda// que teníamos con España// Don Quijote no está solo // en los campos de la mancha”. Fuerza hija; a seguir defendiendo la vida de los españoles. Esta es una guerra contra toda la humanidad. Hasta la victoria, siempre. Te quiero mucho.